jueves, 22 de mayo de 2008


He aquí las últimas películas que todos o algunos de los ingredientes de esta patrulla cinematográfica han visto. En común tienen que han sido propuestas por el menos indicado de nosotros para desempeñar tal responsabilidad. Anoche en el programa ya hicimos las pertinentes críticas, demoledora en el caso de Dueños de la calle. Y es que, de la cinta de David Ayer, apenas nada podría destacarse si no es para destruirlo. Ni siquiera la fugaz aparición de Hugh Laurie, quien, siento reconocerlo, hace de House en esta película y casi se espera que, en la escena final, al aparecer por una puerta, lo haga apoyado en su bastón. Los distribuidores han andado listos, o quizás faltos del vil metal para pagar al mercenario actor de doblaje, el diablo lo tenga en su seno, que suele usurpar, aniquilar y cagarse en el trabajo de Laurie en la serie, y la voz con la que nos castigan es otra. En cuanto a Iron man, aparte de un par de réplicas de guión al principio y el golpe final de la película, un sorprendente y agradable acierto sin ninguna duda, hay que destacar, sin mucho entusiasmo la verdad, la figura de Robert Downey Jr., uno de esos actores que siempre aportan un punto de fuerza centrífuga al muy convencional cine estadounidense. Por lo demás, Iron man adolece de cierta pesadez estructural en el sector central de su longitud, de ciertas convenciones propias e inevitables del género de super-héroes y alguna que otra falta menor, pero viendo lo que hay, y a la espera de tiempos mejores para la lírica cinematográfica, se puede pasar un buen rato.

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