viernes, 22 de agosto de 2008

Dejad de quererme, de Jean Becker


Según la Real Academia Española de la Lengua, en las acepciones de la palabra decencia, encontramos estas definiciones: "Recato, honestidad, modestia. Dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas". Resalto los conceptos más interesantes en lo que respecta a la crítica de esta película indecente. Aparte de aburrida y convencional, y francesa, esta memez con ambiciones solemnes (como casi todo el cine francés) ni es honesta ni es digna, pues juega sucio con el espectador confundiéndole con tramposas escenas para llevarle por senderos brumosos y asombrarle e iluminarle al final con una sorpresa, al estilo fullero de Amenábar (especialmente en Los otros). Si hay algo que no soporte del cine son los trucos de magia o los deus ex machina con los que guionistas mentecatos y/o directores divos quieren hacer pasar por banquete las sobras para el perro.

2 comentarios:

  1. Verdad, esta peli es mu mala... pero no seas vulgar y generalises lo que a lo que es el cine francés. omvre lla!

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  2. Volviendo a leer tu texto, también encuentro que es una memez de ambiciones solemnes ( como casi todo lo que escribes ). Vamos omvre un poco de humildad.

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