lunes, 23 de marzo de 2009

Gran Torino, de Clint Eastwood


¿Cómo es posible que todas sus películas (las que he tenido la desgracia de ver, al menos) sean igual de malas, y aún peor, aburridas? Parece que todas son variaciones de una misma expresión cinematográfica, una expresión, por cierto, escasa de recursos, talento y sensibilidad, y mediocre, por no decir ínfima, en todos los aspectos. La que nos ocupa es, otra vez, una chapuza a la altura de los más irrisorios cortometrajes de esos que pululan por internet; uno no es director de cine por tener una cámara. Cómo se puede tolerar el trazo grueso con el que presenta al personaje principal, cómo se puede hacer pasar por verosímil la evolución, si es que la hay, de este mismo personaje a lo largo de la película; cómo se puede manipular, tal como haría un aficionado, un autor perverso o un torpe creador, la estructura del guión; cómo se le puede dar un papel al inútil que interpreta a Thao; cómo se puede plantear la puesta en escena de una manera tan pobre; cómo, en definitiva, crítica y público colman a Eastwood de unas gracias que no merece salvo que fueran las de una digna jubilación y una mención de honor de la Asociación Nacional del Rifle.

2 comentarios:

  1. Javi... a veces pienso que no tienes ni idea.

    Además yo buscaba una crítica a watchmen!!!!

    ResponderEliminar
  2. Si has visto la película, en conciencia, tendrías que darme la razón, por lo menos, del cien por cien de lo que digo. Watchmen el jueves.

    ResponderEliminar