martes, 19 de mayo de 2009

Ponyo en el acantilado, de Hayao Miyazaki


Esperaba más de Miyazaki, pero sólo porque apenas confío ya en el cine de ficción y vuelvo los ojos hacia el cine de animación con la utópica idea de que "todo el monte sea Wall-e"... pero no. Miyazaki nos inunda otra vez con un despliegue de fantasía que apenas nos resulta ya original o fascinante, de forma que, en esta ocasión, nos ahoga en una abundancia sin orden narrativo, aparatosa y difícilmente potable para los niños y mucho menos para los adultos. Un argumento farragoso, una historia confusa, un guión "de prospecto" y la asunción de las convenciones hollywoodienses (hay que matar al músico) son demasiado peso para un barquito tan endeble.

2 comentarios:

  1. joder... pues yo tenía ganas de verla...

    Por cierto, por qué no te miras lo último de PIxar, que se ha estrenado en cannes con gafas 3D. Dicen que es la ostia.

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  2. Espérate que la estrenen, que ya me habría gustado dejar bien alto el pabellón de Cineclub en Cannes entre los corresponsales... a ver si el año que viene...

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