sábado, 20 de junio de 2009

Good, de Vicente Amorim


La idea germinal es interesante, pero el guión se encarga de asfixiarla bajo el peso de una historia que desprecia todo lo que de bueno podría destellar y exalta los aspectos mediocres. Tediosa por momentos, a su director, Amorim, se le puede achacar además cierta incapacidad en la puesta en escena, por no decir que es un chapucero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario