jueves, 2 de julio de 2009


La de rojo de en medio es la señorita Féjerman, directora y coguionista, junto a la ministra de Cultura (tiene narices) González Sinde de 7 minutos, impresentable muestra del cine más rancio, mediocre, inverosímil y anacrónico que no merece ni un gramo de la energía que Garrido derrocha ni del talento de Etura.


Kika superbruja es una de las peores películas que he visto últimamente. Que pretenda ser infantil (quedándose en pueril), no la excusa de las numerosas faltas que la deforman. Inopinadamente, lo mejor es Pilar Bardem y el dragoncito que "ha vuelao ha vuelao".


Ni hay rebeldía, ni hay leyenda ni hay nada más que tedioso folletín para señoras menopáusicas aburridas en esta memez francesa sobre la vida de la Chanel.

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