lunes, 31 de agosto de 2009

Desgracia, de Steve Jacobs


La adaptación de una novela, en este caso de Coetzee, es un proceso de decantación, depuración y traducción (al lenguaje audiovisual, un idioma en vías de extinción, me temo). Vaya este improvisado esquema como obsequio de mi (indignada y ya resignada) parte para los casi principiantes director y guionista de la película, quienes se han esforzado en hacer todo lo contrario, ofreciendo como resultado una pesada historia en la que un lacio Malkovich no supone estímulo suficiente.

domingo, 30 de agosto de 2009


La nueva película del guionista y realizador Judd Apatow, Hazme Reír, ha contado con la colaboración de Santi Millán en la adaptación del guión al castellano. El popular actor y su equipo han aportado su particular toque cómico a los diálogos de la versión doblada de la película en nuestro país... ¡Uau!


¡Qué divertido! Sin embargo, una vez visto el trailer, algo a lo que nunca me rebajo, da la impresión de que el "imprescindible y particular toque cómico" del tal Millán se concentrará en las actuaciones ante el público del personaje que interpreta Adam Sandler. Sin volver a vomitar merecidos sapos envenenados sobre los actores de doblaje y la infamia que eso supone me pregunto por qué precisamente Millán, qué equipo, por qué adaptar los diálogos, por qué adulterar el trabajo de un guionista (sin la violenta y habitual objeción de la Sgae)... en fin, todas esas cuestiones que a un espectador con dos dedos de frente y un poco de vergüenza le supondrían un dilema moral antes de elegir esta película.
Extraigo un fotograma de La habitación de Fermat en la que han de reconocer a tan "popular" actor.

viernes, 28 de agosto de 2009

los estrenos de la semana

American playboy
Año uno
Expediente 39
Mapa de los sonidos de Tokio
Shorts: La piedra mágica
Una mamá en apuros
Lokas
El último guión
Glory to the filmmaker!

En alguna ocasión hemos pulicado alguna foto curiosa de algún rodaje, el de La guerra de las galaxias entre otros. Pues hemos encontrado un sitio donde se muestra una interesante colección de fotos raras sobre la saga de George Lucas... interesante para los incondicionales, claro. Aquí tenéis a la Fisher realmente guapa... (caray con Carrie).

jueves, 27 de agosto de 2009

Napoleón y yo, de Paolo Virzì


Aunque el título más apropiado sería Napoleón y yo... muy de vez en cuando, este hórrido intento audiovisual sería igualmente malo: por aburrido, por mal hecho y por italiano (ay, los italianos y el cine, esos dos mundos irreconciliables). Debe ser que llega caducada como los yogures, pues son ya tres los largos años que han transcurrido desde que el Virzì ese excretara tal disparate.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Up, de Pete Docter y Bob Peterson


La nueva propuesta de Pixar provoca, si no la decepción, una impresión menos entusiasta que la que generó la imprescindible Wall-e... es inevitable la comparación. Sobre todo porque esta se antoja más alarde técnico que portento narrativo como lo fuera, especialmente, la primera parte de aquella, en la que, además, había un tratamiento de los personajes más profundo. En Up encontramos una capacidad expresiva, sobre todo en el personaje de Carl Fredricksen, que ya apuntaba el incomparable robot del batallón de limpieza. Pero poco más. La estructura es irregular y pareciera que son dos o tres historias las que se entremezclan sucesivamente abandonando un punto de partida, por otro lado, de esos que, íntimamente, uno no termina de asumir por cierto exageramiento aun habiendo aceptado las reglas internas de la película. Reglas que no siempre son coherentes y caen en falta de verosimilitud ante los cambios de tono de la narración. Up es una amalgama de historias que van tomando el relevo cuando la materia narrativa se agota en la anterior, así, pasamos de la historia de amor entre Carl y Ellie (paralela en cuanto a la disposición estructural a la de Wall-e con Eva pero contada a base de elipsis -probablemente, lo mejor de la película-) a la aventura de la casa flotante (poco explotada) para adentrarnos en una especie de "isla del doctor Moreau" y finalizar con una convencional secuencia de rescate y triunfo. La (decepcionante) deriva sentimental de la historia hacia convenciones casi disneynianas en momentos puntuales (algo que Pixar solía contener) y un doblaje ínfimo, falsificador y miserable le dan la puntilla y anuncian acaso la llegada de una época oscura en la factoría Pixar.

domingo, 23 de agosto de 2009

De guionistas gruesos, guiones engordados y Felipe Gordo


La imagen inferior es un fotograma de la serie Perdidos, del cuarto capítulo de la cuarta temporada, que comienza con el despertar de Locke, quien prepara comida y coge el libro que se observa en la fotografía: Sivainvi, de Philip K. Dick. Luego lleva la comida a Ben, a quien tiene encerrado en una habitación del sótano. Cuando Ben coge el libro dice haberlo leído ya, y, he aquí el enigma, Locke le responde: a lo mejor encuentras algo que se te pasó por alto. No estoy muy seguro de que sea la traducción correcta, pero, en cualquier caso, ¿por qué incluir una frase tan extraña en referencia a un libro con tantas connotaciones como ese? Sivainvi, en la edición de Ultramar Editores, es el acrónimo de Sistema de Vasta Inteligencia Viva. Se trata de una especie de autobiografía de Dick, quien se hace llamar en la novela, según la traducción de la edición de Ultramar, Amacaballo Fat, es decir, Felipe Gordo (Filo/hipos-Phillipus-Felipe, amigo de los caballos y dick, gordo -referido a personas- en alemán). En la novela, el protagonista recibe información "cósmica" que le ayudará a prever la enfermedad de su hijo, por ejemplo, convirtiéndole así en una especie de ser omnisciente... como el Benjamin Linus de la serie.


Perdidos dejó de interesarme al final de la segunda temporada, pero he vuelto a verla a partir de la cuarta. El éxito que le sobrevino provocó la prolongación de una historia que habría quedado niquelada en dos o, como mucho, tres temporadas (ya lo decía Aristóteles, planteamiento, nudo y desenlace). Los guionistas han hecho una cosa muy curiosa, que es, al menos me lo parece, trazar un eje simétrico entre la tercera y cuarta temporadas. Lo que antes eran flashbacks (que congribuían a dilatar capítulos y tramas hasta alcanzar longitudes económicamente rentables) se han convertido en flahsforwards (un feliz hallazgo estructural que, me temo, no será convenientemente explotado). La serie me sigue pareciendo desigual, alternando capítulos excelentes con otros de trámite, de forma que el interés decae o emerge dependiendo de la dirección del argumento; cuando el capítulo aporta información que atañe a las grandes preguntas de la serie (qué pasa en la isla y por qué pasa lo que pasa) uno puede llegar a recrearse el gusto (por las historias contadas con belleza y/o originalidad), pero si lo que ocurre en el capítulo tiene que ver con esa especie de "pedrea de tramas" para que todos los actores tengan su ratito, la verdad, por mí que se queden todos donde están y que no los rescaten, hala.

Harry Potter y el misterio del príncipe, de David Yates, y Pequeños invasores, de John Schultz


La antepenúltima de la saga (la última se divide en dos módicos plazos que nos torturarán consecutivamente) es un tostón vergonzoso que explota un argumento ya agotado hace mucho tiempo. Al inverosímil y plúmbeo cariz que ha tomado la historia del mago gafotas se añaden, para contribuir al lastre narrativo, las ínfulas románticas del niñato, cuya mejor interpretación la ofreció en su aparición en la imprescindible serie Extras.


Al contrario que la anterior, que junto a su protagonista perdió la etiqueta de "infantil" hacia la tercera parte, esta tontuna titulada originalmente Alienígenas en el ático es una de esas hamburguesas audiovisuales pueril como ella sola, por lo que me ahorro cualquier comentario, entre otras cosas porque me niego a reconocer esta cosa (y la anterior) como cine.

sábado, 22 de agosto de 2009

Resacón en Las Vegas, de Todd Phillips


Comedia simpática que cuenta en su haber con el mantenimiento del punto de vista y algún guiño gracioso y en su debe con el confuso inicio, que fuerza a que el grueso de la historia sea un flashback. Siempre en su tono, lo más destacable es el personaje de Zach Galifianakis (el barbudo de la imagen), que representa el lado "subversivo" de los guionistas. No sean impacientes y quédense a los títulos de crédito finales, que son casi más cómicos que la propia película.

viernes, 21 de agosto de 2009

los estrenos de la semana

Anticristo
El mundo de los perdidos
La vida ante sus ojos
Ong-bak 2: La leyenda del rey elefante
Cómo celebré el fin del mundo
Dot.com

Esta semana vamos a dedicar la sección de curiosidades a las acrices que cantan. Pensando en Coque, había decidido insertar un vídeo de la Johansson, pero me he tropezado con esta encantadora pieza de Zooey Deschanel, también encantadora.

jueves, 20 de agosto de 2009

Still walking, de Hirokazu Kore-eda


Los japoneses comen un montón. En esta película al menos se llevan todo el rato comiendo. Y con el resto de orientales comparten, cosa que a mí me repatea un poco, la manía de hacerlo todo pegados al suelo (normalmente en cuclillas). Si la película hubiese contado algo interesante en vez de la típica aburrida historia de conflictos familiares o tuviese algún elemento cinematográfico nutritivo no tendría por qué comentar estas tontunas, pero es que parece que lo hacen a conciencia... jo.

martes, 18 de agosto de 2009

Asalto al tren Pelham 1 2 3, de Tony Scott


Hacer la crítica de una película de Scott (del Tony, el Ridley es otra cosa) es como tirarse en paracaídas desde un poyete. A este pesado sólo le interesan, al parecer, los efectos ópticos, marear la cámara y montar con una Moulinex antes que con la moviola de toda la vida. Dicho lo cual no queda nada más que referir de esta estúpida hamburguesa audiovisual, salvo, y esto me parece interesante, la diferencia de tono entre esta versión y la de 1974*, ambas basadas en el mismo libro. Y es que, si en aquella teníamos a Walter Matthau y los malos eran malvados pero tenían cierta humanidad (diabólica, pero humanidad al fin y al cabo), en esta, decorada con todo tipo de florituras de fotografía, montaje y sonido, tenemos a un Travolta cabreado todo el rato y con ridículos toques existencialistas (incomprensibles antes del atentado a las torres gemelas) y a unos malos que, más que malvados, son unos hijos de perra, una especie de autómatas matarifes sin más. Y es que, un personaje no se construye haciéndole decir tacos y rapándole la cabeza.
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* No es que yo sea tan cinéfilo ni tan adicto al IMDB como otros, pero es que Canal Sur tuvo el oportunista acierto de emitir la primera versión hace poco, y me la eché a los ojos antes de ir a ver la de Scott.

domingo, 16 de agosto de 2009

Cinco días en Saigón, de Stephane Gauger


Desde Pleno verano no me echaba a los ojos una película vietnamita. Si las comparamos, me quedo con aquella. El director de esta (cuyo título original es El búho y el gorrión*) está obsesionado por mantener el tamaño del encuadre circunscrito al primer plano, desahogando en contadas ocasiones la visión con alguna toma de mayor talla. Esta molesta decisión "caligráfica", que nos remite a aquella infamia que se coló en el pasado Sevilla Festival de Cine Europeo llamada La hermana de Katia, y la triplicación del punto de vista que termina unificándose al final, oscurecen una película con demasiado lastre oral, muy lejos de la, a veces portentosa, capacidad narrativa de la mencionada Pleno verano.
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*A modo de divertimento haré una observación sobre la decisión del guionista respecto a los nombres de los personajes que construye. Por ejemplo, en la saga de Piratas del caribe, el nombre de Jack Sparrow se podría traducir como (invoco los nuevos y flamantes conocimientos lingüísticos de nuestros destacados colaboradores londinenses) Jacobo Gorrión. El guionista tiene, sin duda, una razón** para nominar de tan poco viril o temeraria forma a un pirata de tomo y lomo, y me temo que está relacionada con la forma de ser y actuar del personaje. Así, en la misma saga existe el personaje de Elizabeth Swann (Isabel Cisne), quien, no puede ser de otra forma, representará virtudes y bondades, o, y esto es más interesante, podría ser el nombre de una bruja perversa, dotando de potente ironía las características del personaje. Propongo a nuestros queridos anglófilos que nos ilustren con nuevos ejemplos.
** ¿Se advierte razón o criterio alguno en la elección de los nombres de los personajes de las películas españolas?

Imago mortis, de Stefano Bessoni


Salpicada de caprichosas y estériles referencias cinéfilas, con un guión tan riguroso como la receta del bocadillo de jamón, con una puesta en escena impropia de un novato (es aún peor) y unas interpretaciones ridiculizadas por la incompetencia del Bessoni este, estamos ante uno de esos ejemplos obscenos de la incapacidad europea de despojarse de rancias convenciones y crear algo digno y con brillo propio.

sábado, 15 de agosto de 2009

Nueva York para principiantes, de Robert B. Weide


La cuestión más interesante para discutir de esta tediosa comedia es el título impuesto por la distribuidora española, porque, de nuevo, es uno de esos ingeniosos aparatos lingüísticos que no tienen nada que ver con la película. El original, How to lose friends & alienate people ("Cómo perder amigos y gente alienada", con el permiso de nuestros corresponsales londinenses) es más adecuado al argumento pero -pues aquí somos imbéciles, deben pensar los señores de la distribuidora-, incomprensible para el público español, que por otra parte, no tiene otra cosa que hacer que ir al cine a ver estas memeces. El tal Weide, director de la cosa, baqueteado en programas de televisión, está preparando un documental sobre Kurt Vonnegut... por eso se libra. Huelga decir que, de nuevo, pasaría por la quilla a los dobladores y luego me comería sus hígados con un buen Chianti, bsbsbsbsbs... (nunca se me dieron bien las onomatopeyas).

lunes, 10 de agosto de 2009

Los estrenos de la semana (pasada)


Da gusto ver que las cosas no se detienen porque uno se vaya un rato por ahí... ¡dankuwel, honorables miembros de este blog!... ejem... pero aprovechando el paseo ilustro esta sección, cogiendo con alfileres su relación con los estrenos, con esta imagen, impregnada de historia, del campo de batalla de Waterloo desde la cumbre de La butte du lion.

sábado, 1 de agosto de 2009

Pagafantas, de Borja Cobeaga


Lo más interesante es el mantenimiento del punto de vista, a pesar del desliz final en el que se le concede una escena a Óscar Ladoire, un estupendo personaje anacrónico, a solas con Kiti Manver. Lo demás es una comedia entretenida, de estructura impecable, interpretaciones en ocasiones mejorables pero en general notables y, lo que no es moco de pavo por tratarse de una película española, ningún sentimiento de vergüenza ajena. Se le podría achacar un exagerado cambio de tono hacia el final pero no empañaría un resultado aceptable. Y, gracias a Dios, está rodada en Bilbao, lo que contradice inteligente y valientemente a la rancia convención cómica del cine español que estipula Madrid y su (caduca y pesada) movida como escenario "capital".