sábado, 1 de agosto de 2009

Pagafantas, de Borja Cobeaga


Lo más interesante es el mantenimiento del punto de vista, a pesar del desliz final en el que se le concede una escena a Óscar Ladoire, un estupendo personaje anacrónico, a solas con Kiti Manver. Lo demás es una comedia entretenida, de estructura impecable, interpretaciones en ocasiones mejorables pero en general notables y, lo que no es moco de pavo por tratarse de una película española, ningún sentimiento de vergüenza ajena. Se le podría achacar un exagerado cambio de tono hacia el final pero no empañaría un resultado aceptable. Y, gracias a Dios, está rodada en Bilbao, lo que contradice inteligente y valientemente a la rancia convención cómica del cine español que estipula Madrid y su (caduca y pesada) movida como escenario "capital".

2 comentarios:

  1. yo lo de pagafantas todavía no, pero la cobra, el koala y de lemur voy ya bien servido, jajaja

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  2. Más que pagafantas uno ha sido un poco gili en algún momento de su vida... para qué negarlo... (qué triste, rediós).

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