miércoles, 26 de agosto de 2009

Up, de Pete Docter y Bob Peterson


La nueva propuesta de Pixar provoca, si no la decepción, una impresión menos entusiasta que la que generó la imprescindible Wall-e... es inevitable la comparación. Sobre todo porque esta se antoja más alarde técnico que portento narrativo como lo fuera, especialmente, la primera parte de aquella, en la que, además, había un tratamiento de los personajes más profundo. En Up encontramos una capacidad expresiva, sobre todo en el personaje de Carl Fredricksen, que ya apuntaba el incomparable robot del batallón de limpieza. Pero poco más. La estructura es irregular y pareciera que son dos o tres historias las que se entremezclan sucesivamente abandonando un punto de partida, por otro lado, de esos que, íntimamente, uno no termina de asumir por cierto exageramiento aun habiendo aceptado las reglas internas de la película. Reglas que no siempre son coherentes y caen en falta de verosimilitud ante los cambios de tono de la narración. Up es una amalgama de historias que van tomando el relevo cuando la materia narrativa se agota en la anterior, así, pasamos de la historia de amor entre Carl y Ellie (paralela en cuanto a la disposición estructural a la de Wall-e con Eva pero contada a base de elipsis -probablemente, lo mejor de la película-) a la aventura de la casa flotante (poco explotada) para adentrarnos en una especie de "isla del doctor Moreau" y finalizar con una convencional secuencia de rescate y triunfo. La (decepcionante) deriva sentimental de la historia hacia convenciones casi disneynianas en momentos puntuales (algo que Pixar solía contener) y un doblaje ínfimo, falsificador y miserable le dan la puntilla y anuncian acaso la llegada de una época oscura en la factoría Pixar.

4 comentarios:

  1. No hombre, Cars ya era un poco tostón y luego vino Wall-e

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  2. Pues a mí Cars me pareció una maravilla...

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  3. Feliz Cumpleaños.
    Un millón de besos.

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  4. ¡Ea, ya soy mayor de edad!... gracias c******o... y en cuanto a la crítica, se me olvidaba mencionar que además copian (por no decir plagian) un chiste de Bolt (¡una bola, una bola!) por partida doble; lo de la ardilla es una variación...

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