lunes, 14 de septiembre de 2009

Anticristo, de Lars von Trier


El danés dedica la película a Tarkovski, y ya me parecía a mí que esos planos de árboles animados por poderosas ráfagas de viento debían mucho a El espejo, la pieza autobiográfica del ruso. La otra anécdota es que Trier, más que abandonar o renunciar al Dogma, simplemente ha hecho una película convencional. Tan convencional que puede llegar a aburrir. Aparte de algunos planos potentes y un prólogo enérgico, la película es una exhibición de tormentos que bien podría dejarnos indiferentes salvo por los dos o tres momentos, marca de la casa, que astutamente inserta el director para salvar una estructura monótona, alguno de los cuales recuerda, por ejemplo, a películas como La isla o incluso La ardilla roja, cuyo autor aún llora por las noches mientras se pregunta "por qué me has abandonado, Coque, por qué".

2 comentarios:

  1. Medem, pobre Medem...

    No me jodas que por una sola película el señor Coque despotrica de él.

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  2. El señor Coque, otrora paladín de Medem, ora judas del vasco.

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