Rec 2, de Jaume Balagueró y Paco Plaza

Esta inútil y degraciada secuela aparece ya sobrecargada desde el título, en el que, al modo de Alien 3, la cifra se sitúa de forma que, más que indicar una sucesión, muestra una potencia; la insipidez al cuadrado. Así, la sobrecarga continúa en los litros de colorante que se derraman, el histerismo de los intérpretes, la "creatividad" en la planificación y en el diseño de sonido -para hacerlo todo insufriblemente ininteligible- y la interminable repetición de la escena "bicho que corre hacia la cámara desde el fondo del pasillo".