jueves, 5 de noviembre de 2009

La cruda realidad, de Robert Luketic


A modo de sesión de relajación antes del enorme fregado del Festival de Cine de Sevilla, me dejé caer por el multicines habitual (cada vez más decadente) para echarle un ojo indolente a esta convencional (incluso timorata) comedia. Nada diré de Butler y la Heigl, pues la tortura indecente del doblaje me impiden formular una opinión coherente, pero está claro que la voz del impostor del otrora apolíneo y poderoso Leónidas es un error más del que las guonistas y director, hay que reconocerlo, no tienen la culpa. En cualquier caso, es una voz menos dolorosa y empalagosa que la que cubre de porquería el indiferente trabajo de la Weisz en Ágora... tenía que decirlo. Lo mejor, el chiste sobre la NRA.

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