domingo, 8 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


Con la esperanza (que por muy mal que estén las cosas -cinematográficamente- nunca se pierde) puesta en Fish tank comenzó la tercera jornada del festival... pero tendrá que ser otro día cuando, entre sollozos de júbilo, me arrodille ante el nuevo mesías del cine. Fish tank (supongo que aquí se llamará La pecera) empieza muy bien pero termina como todas. Ingeniosa, sobre todo por el personaje de la hermana pequeña, y enérgica, se vuelve pronto una historia convencional que, de haber dinero y película para ello, podría haber durado 300 minutos más. No sólo en España se hace cine ambientado en arrabales y con personajes cercanos al proto-delincuente, y de este palo, hasta el momento, estamos viendo mucho.


Con bandera suiza pero israelí por los cuatro costados, el festival nos ha colado una cinta de vídeo con aspecto de cortometraje caro, y no lo digo sólo por el soporte en el que se ha grabado (que no filmado) sino por la rigidez de la puesta en escena, la interpretación y la estructura. Hermanos es una excusa para exponer la tensión religiosa de un estado del que tiran los ortodoxos, los nacionalistas, los judíos no practicantes o ni siquiera creyentes y todos los demás. He de reconocer que me dormí durante un rato y que además salí un momento a echarle un ojo a Loft, con la que, por lo que llegué a vislumbrar, no habría ganado gran cosa con el cambio.
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Inopinadamente, hoy sólo he visto tres películas. La última de ellas es The be all and end all, graciosa pieza inglesa sobre dos amigos adolescentes, uno de ellos moribundo, cuyo último deseo es abandonar esta desoladora roca sólo después de dar rienda suelta a sus impulsos hormonales. Con ingeniosos diálogos por momentos, acaso se pierda la energía inicial en una narración que recurre a una resolución convencional y cuya estructura se bifurca con la trama de la búsqueda del padre del solícito amigo superviviente.

2 comentarios:

  1. Respecto a Winter in wartime, aparte de los apolíneos muchachos y los paisajes nevados ( Marta te envidio), también me gustó lo que cuenta, pero tienes razón en que es ya una cuestión repetitiva, por lo que parece que los europeos no saben contar otras cosas. Pero oye, a mi Ved verdens ende me pareció original y muy divertida (...creo que tengo clavado algo en la espalda...ja, ja,ja...)y Adrian me encanta (te pareces un poquito a él).

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  2. Oye, me mata la curiosidad, ¿quién me envidia, quién?? :P

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