viernes, 25 de diciembre de 2009

los estrenos de la semana

Alvin y las ardillas 2
Bienvenidos a Zombieland
Fama
Nico, el reno que quería volar
Ninja assassin
No es tan fácil
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La cualidad ficticia (o mentirosa) del cine se extiende a sus complementos, como la cartelería. En algunos casos se trata de simples retoques, en otros la manipulación es evidente, y hay gente que se dedica a publicarlo.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Spanish movie, de Javier Ruiz Caldera


Gamberrada sin mayor aliciente que el de pasar un rato. Ocurre en la comedia (género que personalmente no considero cinematográfico) que sólo puede funcionar si sus partes funcionan sin necesidad de conglomerarse en un todo coherente -de ahí su cualidad de género impuro o extra-cinematográfico-. Así, Spanish movie es graciosa unas veces e ingeniosa otras, quedando en resumen bastante lejos de ser un objeto memorable o nutritivo en el aspecto artístico. Es muy interesante, no obstante, la recreación de esa especie de universo almodovariano paralelo en la caricatura de Volver, donde los policías llevan uniformes de color rosa; una escena que podría haber dado para mucho más.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Planet 51, de Jorge Blanco y Javier Abad


Libre de las taras y defectos inherentes al cine de animación patrio (y es que el guionista no es español, ¿lo dudaban?), Planet 51 resulta mejor de lo esperado si se toman por pecados veniales la repetición de algún recurso, cierta discordia con la inverosimilitud y algunas relaciones de personajes defectuosamente explicadas. El resultado es un producto digno y por momentos ingenioso, especialmente con la aparición de Rover (en la imagen, a la izquierda), quien protagoniza un par de escenas brillantes y al que siempre le perseguirá la sospecha de parecerse demasiado a Wall-e (como también se parece, incluso físicamente, el astronauta al Tuck Pendleton -a la sazón Dennis Quaid- de El chip prodigioso). Pero, más allá de la calidad aparente de la cinta, y esto es lo interesante, Planet 51 demuestra un rasgo de inteligencia (cualidad inédita en la industria española) al explotar la poderosa capacidad metafórica de la ciencia ficción, genero al que rinde homenaje y admiración desde el primer momento, para plantear cuestiones como la tolerancia ideológica o, detalle advertido por la lúcida mirada de mi dueña, la potencia sugestionadora de los prejuicios.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Amelia, de Mira Nair


Convencional producción a mayor gloria de la Swank y un viejuno Richard Gere. Típicamente estructurada en flashbacks, acierta sin embargo al concentrar el grueso de la acción en la última jornada del viaje de circunnavegación en el que desapareció la aviadora, aunque la emocionante secuencia final no nos haga olvidar la indiferencia con la que asistimos al relato amoroso.

martes, 15 de diciembre de 2009

El baile de la Victoria, de Fernando Trueba


No creo haber visto ninguna película de Trueba, y si lo he hecho queda claro que no me acuerdo, pero raro me parece que sean tan malas como esta memez fullera, tediosa y ridícula. Los primeros 60 minutos son de lo más repugnante que he visto; los diálogos sustituyen a las acciones, Ángel Santiago es insufrible y merece volver a la cárcel nada más salir, los personajes son marionetas y la manipulación del guionista se hace obscenamente evidente, no sabemos por qué ocurren ciertas cosas y otras que ocurren no nos interesan para nada, la planificación y el montaje están al nivel de un videoaficionado... en fin, una absoluta chapuza.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Luna nueva, de Chris Weitz


Al final de la película el guaperas le pide matrimonio a la niñata a cambio de transformarla en vampiro; como bien observó mi dueña, diríase que, sin el trámite nupcial, el guaperas se negara a consumar una relación para desespero de una Bella que, a estas alturas de culebrón, evidencia una falta de cariño que casi le chorrea... por los poros. Esperar de esta cosa algo, por pequeño que sea, a lo que podamos agarrarnos para definirla como película es como esperar compasión de Heinrich Himmler. Cuando no es cursi es tan explícita como un prospecto, cuando no es confusa es pesada, cuando no es ridícula es tediosa. Qué se puede esperar de un cacharro cuya única intención es la de engañar a los incautos y sacarle las perras a las adolescentes. De entre tanta pose dramática forzada, de entre tanta solemnidad hilarante, de entre tanta palabrería sin sentido del humor, de entre tanta torpeza visual, de entre tanto embutido sentimental, de entre tanta miseria creativa y chapuza cinematográfica emerge, cual estrella en un cielo de polución, cual piedra preciosa en el lodo de un vertedero, una poderosa pieza musical, no obstante zaherida y distorsionada por los ruiditos de la escena-videoclip a cuyo acompañamiento se ve degradada, compuesta por Thom Yorke y cuyo título es Hearing damage. Lo demás es excremento.

los estrenos de la semana

Algo pasa en Hollywood
Blindado
El erizo
Mal día para pescar
La naranja mecánica

Por el inopinado reestreno de la película de Kubrick nos referimos a esta curiosidad de lo que parece un descanso en el rodaje de La guerra de las galaxias.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Cuento de navidad, de Robert Zemeckis


Prácticamente tenemos encima la navidad cual posadera de elefante y su polución de buenas intenciones forzadas y alegría impostada y obligatoria. La película de Zemeckis no le va a la zaga en cuanto a la estructura, reiterativa y tediosa, y en cuanto a la historia, mínima y breve, a lo que se debe unir la improbable evolución del personaje del famoso Scrooge; hasta ahora no me había dado cuenta de lo malo que es el cuento de Dickens. Toca armarse de paciencia y llegar cuerdos al 7 de enero cuando a todo el mundo se le haya pasado este ataque empalagoso de tontería y estulticia general.

viernes, 4 de diciembre de 2009

los estrenos de la semana

Dos canguros muy maduros
Hermandad de sangre
In the loop
La ventana
Lluvia de albóndigas
Spanish movie

Recuperando la sub-sección "Cineclub gay disimulao" de la sección curiosidades (y porque no tengo ganas de buscar otra cosa) publicamos esta divertida imagen de Julianne Moore.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

2012, de Roland Emmerich


Lejos de ser un objeto cinematográfico, pues no tiene más valor artístico que un rato en los coches locos o una hamburguesa, esto de 2012 ni siquiera llega a ser buena en lo que quiere ser, es decir, un entretenimiento. Que le sobra metraje, sobre todo el prólogo y en esos insertos de "escena de emociones" en los que los unos personajes sin interés y sin sitio en la estructura se despiden y lloran y todo ese rollo, es obvio para cualquier espectador. Esta es una película de catástrofes y lo que se desea ver es la sucesión de cataclismos, en este caso perfectamente dosificada y modulada por los guionistas para conseguir momentos de tensión, pero ocurre que este mecanismo de manipulación del ritmo y la puesta en escena es tan evidente y grueso que algunas escenas parecen parte de una caricatura cómica, un chiste o un ensayo surrealista.