domingo, 29 de noviembre de 2009

Was am Ende zählt, de Julia von Heinz


Poco caso le hemos hecho al Festival Internacional de Cine Lésbico y Gay de Andalucía. Durante estos dos últimos fines de semana se ha desarrollado esta modesta muestra de un cine de género difuso, en lo que lo más importante (desde mi punto de vista) no era la reivindicación social de un determinado colectivo sino la oportunidad de ver películas que, de otra forma, no sería posible conocer. La producción a la que nos referimos, cuyo título podríamos traducir como "Lo que al final importa", es una historia de amistad que nos cuenta la peripecia de dos muchachas con recién nacido por medio. Hay poco que destacar de esta película sencilla y convencional cuyo argumento apenas se ajusta a las pautas selectivas del festival, pues una escena en la que las muchachas se dan un fugaz y atropellado beso no me parece motivo suficiente para encuadrarla en el programa del festival. En cualquier caso, agradecemos el esfuerzo a los organizadores del evento y, personalmente, les animo a continuar con el proyecto.

viernes, 27 de noviembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

Celda 211, de Daniel Monzón


Lo mejor de este telefilm de "ciencia ficción surrealista" (¿qué era aquello de la verosimilitud?) para mayor gloria de Telecinco es la interpretación de Luis Zahera (en la imagen en primer plano). Todo lo demás es estructura confusa y tramposa. Confusa porque no se entienden algunas cosas, porque no sabemos por qué pasa lo que pasa y por qué no pasa lo que debería pasar, y tramposa porque, amparado miserable e indecentemente en una interminable serie de macguffins, el guionista hace que las cosas pasen porque a él le da la gana (¿qué era aquello del arte cinematográfico?). En el caso de este despropósito no hay diferencias entre Piqueras y Guerricaechevarría/Monzón; la misma... (son libres de rimar a su gusto).

martes, 24 de noviembre de 2009

Ayer emitieron en Canal 2 Andalucía este documental que, además, formó parte de la programación del SFCE:






En los créditos aparece como guionista el siguiente:
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Pero me consta que nuestro gentleman Plaza es responsable de buena parte del trabajo (la mejor, sin duda) junto a su grupo de guionistas, a quienes queremos darle más reconocimiento que el que los productores del documental le han deparado relegándolos a los créditos finales:


Por lo que se cuenta y cómo se cuenta en el documental la vida de Degrelle y su (breve) etapa en Constantina no resultan tan interesantes, de forma que me ha resultado algo disperso y superficial.


Una imagen del documental que muestra la población de Constantina.

viernes, 20 de noviembre de 2009

los estrenos de la semana

Amelia
La saga Crepúsculo: Luna nueva
Tenderness: La ternura del asesino
Mi vecino Totoro

Damos por supuesto que nuestro corresponsal londinense, Álvaro, estaría encantado con el inopinado reestreno (en versión original, sí señor, genuflexión y chapeau) de la película de Miyazaki, lo que en sí constituye toda una curiosidad. La extraña pero gratificante idea la provee Cinezona, que últimamente, acaso por su reciente colaboración en el SFCE, destaca por pequeñas audacias en el ámbito de la exhibición cinematográfica.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Después de un descanso merecido me va pareciendo sin embargo que ya son muchos los días sin pisar un cine. No obstante, la ciudad (la que tiene ardor cinematográfico) apenas sale de una cuando se mete en otra convocatoria, en este caso más modesta, que cumple su quinta edición.


Festival Internacional de Cine Lésbico y Gai de Andalucía

(Ahora más que nunca cabe aquello de ¡Viva Cineclub gay!)

viernes, 13 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


Comenzamos la última jornada del festival con Maria Larssons eviga ögonblick (Momentos eternos), una biografía de estructura tosca y excesiva pero con algún momento ingenioso como la explicación del misterio de la fotografía.


Sin dejar las tierras escandinavas nos enfriamos con Nord, peripecia al modo de Una historia verdadera pero con esquíes. Paisajes y personajes a cada cual más extraño y poco más.
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Uzak ihtimal (El rosario equivocado) es un título que conduce al desánimo pero la historia, nada original por otra parte aunque sencilla y curiosa, tanto en la estructura (con algún desvío prescindible) como en la narración, puede llegar a conmover; un almuédano de ánimo infantil (estupenda interpretación de Nadir Saribacak) se enamora de su vecina, cuya vocación es convertirse en monja.


La última película que hemos visto fue 9:06, una cosa germano-eslovena con un policía que se va despojando poco a poco de su personalidad para adoptar la de un suicida cuyo caso investiga.
Para concluir, estuvimos un rato en la proyección de cortos de lo universitarios sevillanos, que apenas depararon nada interesante.
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Conclusiones
Puesto que nuestro gentleman Plaza me pide una lista de "recomendables" me armaré de valor y paciencia pues, como ocurriera el año pasado, pocos trabajos destacan de la selección que un festival desorientado, superficial y vulgar ha propuesto en su sexta edición. Repasemos antes el palmarés:
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Giraldillo de oro
Lourdes, de Jessica Hausner (Austria, Francia y Alemania)

Giraldillo de plata
Nada personal, de Urszula Antoniak (Holanda e Irlanda)

Premio especial del jurado
44 inch chest, de Malcolm Venville (Reino Unido)

Premio a la mejor dirección
Roland Vranik por Adás (Transmisión) (Hungría)

Giraldillo de oro a la mejor película documental
Garbo, el hombre que salvó el mundo, de Edmon Roch (España)

Premio Eurimages
Käsky (Lágrimas de abril), de Aku Louhimies (Finlandia, Alemania y Grecia)

Gran premio del público
Un profeta, de Jaques Audiard (Francia)
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Premio extraordinario del presidente del jurado
Pipilotti Rist por Pepperminta (Suiza y Austria)
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Premio del jurado joven
Adás (Transmisión) de Roland Vranik (Hungría)
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Inopinadamente coincido con el jurado en algunos de los premios. Para no hacer más leña del árbol "en caída" que es este festival (aguardo y deseo -con desesperada fe- que la siguiente edición haga tragarme estas palabras), señalaré las siguientes como las que menos me han disgustado, encontrando en ellas una pizca al menos de energía y estímulo cinematográficos:
Transmisión; Nada personal; Vincere; Eastern plays; She, a chinese y Luces tenues.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


El penúltimo día de festival es, hasta mañana, el más interesante. Abría la jornada Nada personal, una sencilla historia sobre una vagabunda y un ermitaño en el que la narración visual (con alguna que otra imagen poderosa) se imponen sobre la oral, lo que es de agradecer. Una de las tres o cuatro piezas imprescindibles de este año.


Pepperminta es en realidad un cortometraje sicodélico protagonizado por una Pippi Calzaslargas (de la que la directora y co-guionista Pipilotti Rist se declara admiradora y deudora) atiborrada de estupefacientes rodeada de pirados, sólo que estirado impunemente a base de elementos reiterativos y performance videográficas.


Será Alfonso Guerra quien oficie el homenaje a Maurizio Scaparro, director de esta sonora tontería llamada L'ultimo pulcinella.


Lost persons area. Mejor no digo nada más.


El día se ha cerrado tal como empezó, es decir, con buen sabor de boca. Y no es que Artimos sviesos (Luces tenues) sea una maravilla, pero tratándose de una producción lituano-germana la sorpresa es mayor. Aun con el uso abusivo del poco elegante recurso de las casualidades y con una segunda parte que bordea el tedio por la repetición de las escenas, hay que destacar el dominio del tempo en la puesta en escena y la impecable narración de la historia.

los estrenos de la semana

50 hombres muertos
2012
Cuento de Navidad
El viaje de la tortuga
Partir
Triage

La curiosidad de hoy tiene que ver con que, de los seis estrenos, nada menos que cuatro películas se han visto en el festival de cine, cuya sección oficial, a pesar de lo que diga el señor Roeg para halago del director de la convocatoria sevillana, es un muestrario de pre-estrenos comerciales.

Por cierto, este domingo no hay programa.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


Tempranito, a eso de las nueve, nos desayunamos esta tremebunda historia de pedofilia llamada Himlen falder (Cuando el cielo se derrumba). Aparte de las explicaciones (y justificaciones) del director afgano sobre la polémica suscitada en su país de adopción, Dinamarca, e independientemente del aspecto humano de la película, diríase que Parwani, por mucho cuidado que haya tenido en el rodaje con las dos niñas protagonistas, ha sobrecargado las tintas dramáticas en un intento de impactar astutamente (con trampa, avisaría alguno) en el espectador proclive a dejarse llevar por sentimentalismos, por no mencionar la pesada estructura, la impropia planificación fotogénica y la bifurcación de tramas que convierten esta incursión en el horror del abuso y el maltrato en un tedioso cuento macabro.


Muy estupenda (cual Coixet de ojillos rasgados) se puso Xiaolu Guo, directora y guionista, en la rueda de prensa de She, a chinese, una cinta "europea" sobre la peripecia de una muchacha pueblerina que emigra a Londres, al hablar de Godard y de su infancia en el país oriental. Su película no es tan estupenda, pero hay algún que otro hallazgo narrativo y estético que, al menos, distinguen esta producción "europea" de las ya vistas en el festival.


Si ayer era la guerra civil finlandesa, hoy tocaba la resistencia noruega a la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial, por lo que para comentar Max Manus me remitiré a lo ya escrito. Por cierto, los alemanes siguen apareciendo igual de cándidos y con la peor puntería de la historia.


Parece que el cine danés es el que mejor forma presenta, lo que no es mucho decir dado el panorama. Lille soldat (Soldadito) trata de una soldado que, tras volver de la guerra, se convierte en chófer de una de las meretrices "en nómina" de su padre, con el que tiene algunos asuntos pendientes. Sobria e impecablemente interpretada por la pétrea Trine Dyrholm, pero poco más.


Zaheridos por la ignominiosa copia en dvd proyectada, apenas pudimos apreciar nada de Bomber (Bombardero), simplona y aburrida historia sobre el viaje por Europa que un par de ancianitos, en incompresible e inverosímil compañía de su hijo, llevan a cabo.

martes, 10 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


Alcanzada la mediatriz de este festival decadente nos encontramos con la primera película interesante. Adás (Transmisión), de producción húngara, intenta un estimulante ejercicio de disidencia respecto a la tibia y mediocre selección del festival. Todas las pantallas del mundo se han apagado, lo que genera el consecuente desasosiego en la humanidad. Vranik, el director, opta por el camino difícil, es decir, el contrario al que adoptaría un cadena de montaje cinematográfico en Estados Unidos con este argumento, y centra la narración en tres hermanos sin piruetas fotográficas ni pantallas verdes. Destaca la poderosa banda sonora en una película que, acaso, decaiga en su tercio final, pero que es sin duda lo más interesante (por desgracia no podemos decir lo mejor) que hemos visto hasta ahora.


Todo lo contrario ocurre con la cursi y ridícula adaptación de una novela de Jostein Gaarder, Appelsinpiken (La joven de las naranjas). El público se partirá de risa cuando sea víctima alevosa de un hiperbólico publirreportaje turístico sobre Sevilla en una deplorable mas, gracias a Dios, breve secuencia en la que un estudiante noruego, para ir desde los alrededores de la catedral sevillana a la Facultad de Bellas Artes, recorre los hitos arquitectónicos que tan atractiva, al parecer, hacen a esta capital a los cándidos ojos europeos; el puente de Triana, la Plaza de España, los Jardines de Murillo, en fin, rincones sevillanos que, como todo nativo sabe, conducen inexorablemente a la ubicación de dicha facultad, y todo por obra y gracia de la Comisión de Cine de Sevilla.
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Otra de las características odiosas que se detectan en este festival es su descarado criterio selectivo. Con pasmo estamos asisitiendo, día tras día, a lo que parece un revoltijo de las películas más taquilleras de cada país, recolectadas aquí en el cómodo plazo de ocho días de fiesta. Käsky (Lágrimas de abril) nos introduce en la guerra civil finlandesa bajo las maneras narrativas y estéticas del cine estadounidense, y por tanto, con la misma superficialidad cinematográfica. Cabe destacar no obstante el trabajo de Pihla Viitala, que acudió a la sala de proyección a presentar la película.


Nada más iniciarse la secuencia de créditos me di cuenta de que ese no era el momento ni el lugar para ver Lascars (Round da way), y tampoco me parece una película propia del festival. Exagerada y excesiva, esta tontería francesa gustará mucho a los negros, los drogatas, los traficantes de droga, los porreros, los moros, los raperos, los franceses de los alrededores de París y toda clase de bicho peludo de dos o cuatro patas, dicho sea sin ánimo de ofender... a las ratas.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


Se mantiene el nivel tibio con tendencia a la baja de un festival que se empeña en devaluarse cada día. Empezamos en el Lope de Vega con la espectacularidad que muestra la imagen; Jaffa, otra de esas producciones europeas de la muy europea Israel. Tedioso culebrón que revisa el Romeo y Julieta de Shakespeare añadiendo un epilogo de cosecha propia; un auténtico somnífero.


Jerichow: voy a dejar de prestar atención a las películas que toman a los espectadores por imbéciles.
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Adscrita a cierta moda de thriller en plan comedia dramática truculenta, en el que unos personajes perfectamente delineados dan vida y estímulo al argumento, Der Knochenman (El hombre de los huesos) se deja ver con diversión a veces pero con sopor durante un larguísimo desenlace no exento de alguna trampa.


Con demasiada pompa y afecto por parte de un público loco por reírle las gracias a esta comedia nos presentó su mediocre y gondryniano director Bunny and the bull, curioso experimento cuyo nulo ingenio es inversamente proporcional a la pedante intención de su autor de asombrar y alcanzar el nivel estético, narrativo e intelectual del mencionado Gondry. Lo mejor es la escena representada en la imagen. Antes y después poca cosa, salvo, no se asusten, una Verónica Echegui en plan Penélope Cruz sin vergüenza por interpretar la tópica caricatura de personaje español.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


Iniciamos semana y jornada en el Lope de Vega con Tobruk, historia de las experiencias de un batallón de checos en el ejército aliado en territorio libio durante 1941. Poco puede decirse de una película que sigue punto por punto las convenciones del cine bélico sin ofrecer más distinción que la sorpresa de encontrarnos con una producción de estas características en el país centroeuropeo.


Kisses, a continuación, nos enseña, bajo divertidos juegos fotográficos y musiquita facilona, la desagradable vida de dos niños maltratados y vejados por sus respectivos padres. Con un cortometraje de 10 minutos de paseo por Dublín nos habría bastado.


Frygtelig lykkelig (Terriblemente felices) nos transporta a la ignota Jutlandia y sus peculiaridades. Comienza muy bien esta fantasía danesa, con toques inquietantes en un ámbito siniestro, pero apenas ha transcurrido el primer rollo nos aburre (hasta el punto de dormirnos) caminando los fatigados senderos de un thriller convencional, de esos que echan por la tarde en la tele.


Decepción. No porque Köprüdekiler (Hombres en el puente) sea una mala y tediosa película, que lo es, sino porque, estimulado por un título que sugiere la poética y metafórica historia de un grupo de viriles y metálicos constructores de puentes y estructuras colosales, me encuentro, por el contrario, con, una vez más, la típica historia coral de personajes ordinarios cuando no marginales, y encima turcos. Reconozco que en mi concepto de este país asiático* tiene una fuerte influencia El expreso de medianoche.
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* A propósito de este caso y el de Hermanos, uno se pregunta si, dentro de un festival de cine que circunscribe su programa a películas europeas, es congruente con dicho principio incluir producciones que, aún siendo financiadas por países europeos, desarrollan historias ambientadas en estados que no pertenecen, por distintas y evidentes razones, a Europa.
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Para rematar, la esperada In the loop. Estructura infalible, diálogos ingeniosos, interpretaciones exactas, personajes poderosos y hasta su cuota de denuncia política... cualquier aspecto sometido a examen de In the loop aprobará con nota (si somos generosos con el director y su nauseabundo gusto por el zoom). Aún así, no deja de ser un lujoso episodio piloto de una serie de televisión imprescindible, y esto, que yo sepa, era un festival de cine.

Sevilla Festival de Cine Europeo


Con la esperanza (que por muy mal que estén las cosas -cinematográficamente- nunca se pierde) puesta en Fish tank comenzó la tercera jornada del festival... pero tendrá que ser otro día cuando, entre sollozos de júbilo, me arrodille ante el nuevo mesías del cine. Fish tank (supongo que aquí se llamará La pecera) empieza muy bien pero termina como todas. Ingeniosa, sobre todo por el personaje de la hermana pequeña, y enérgica, se vuelve pronto una historia convencional que, de haber dinero y película para ello, podría haber durado 300 minutos más. No sólo en España se hace cine ambientado en arrabales y con personajes cercanos al proto-delincuente, y de este palo, hasta el momento, estamos viendo mucho.


Con bandera suiza pero israelí por los cuatro costados, el festival nos ha colado una cinta de vídeo con aspecto de cortometraje caro, y no lo digo sólo por el soporte en el que se ha grabado (que no filmado) sino por la rigidez de la puesta en escena, la interpretación y la estructura. Hermanos es una excusa para exponer la tensión religiosa de un estado del que tiran los ortodoxos, los nacionalistas, los judíos no practicantes o ni siquiera creyentes y todos los demás. He de reconocer que me dormí durante un rato y que además salí un momento a echarle un ojo a Loft, con la que, por lo que llegué a vislumbrar, no habría ganado gran cosa con el cambio.
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Inopinadamente, hoy sólo he visto tres películas. La última de ellas es The be all and end all, graciosa pieza inglesa sobre dos amigos adolescentes, uno de ellos moribundo, cuyo último deseo es abandonar esta desoladora roca sólo después de dar rienda suelta a sus impulsos hormonales. Con ingeniosos diálogos por momentos, acaso se pierda la energía inicial en una narración que recurre a una resolución convencional y cuya estructura se bifurca con la trama de la búsqueda del padre del solícito amigo superviviente.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Sevilla Festival de Cine Europeo


La jornada ha mantenido el tono anodino, cuando no nauseabundo, del inicio del festival. La iniciamos con 44 inch chest, una producción inglesa de factura técnica impecable que cuenta con la poderosa presencia de John Hurt, quien, antes de la proyección, apareció por la sala (mi nula destreza fotográfica ha impedido al mundo tener constancia gráfica del momento).
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El año pasado tuvimos la desgracia de ver una película croata, de repugnante recuerdo, y parece que no aprendí la lección, pues ayer reincidí con Niciji sin (El hijo de nadie), una historia que revisa las secuelas de la reciente guerra balcánica y que, siendo mejor que aquella, será sin embargo la peor película del festival; los croatas siguen sin saber hacer cine.


A mi dueña le gustó mucho Oorlogswinter (Winter in wartime) por el soberbio aspecto de sus protagonistas (masculinos), pero el entusiasmo estético no debería apartarnos de un criterio riguroso que, aplicado sobre esta repetitiva historia sobre la ocupación alemana (en la que de nuevo los nazis aparecen como demonios subnormales), desbarata las trampas que contiene.


Lo mejor estaba por llegar; Vincere, la historia de una de las amantes de Mussolini y su hijo ilegítimo. Por desgracia, la segunda parte se empantana en la atribulada peripecia de Ida Dalser por los manicomios de la Italia del Duce, cuyo personaje se nos hurta para insertar no obstante su figura a través de imágenes de archivo -muy interesantes, por cierto-. Bellocchio, el director de la película, aún haciendo una enérgica pieza con momentos hipnóticos, no sabe sin embargo equilibrar la estructura.


Remató la jornada Ved verdens ende (At world's end), curiosa aventura danesa en las junglas indonesias, a medio camino entre Indiana Jones y Grupo salvaje, que no consigue sujetar el tono, pero que como tebeo funciona perfectamente.

Gala de inauguración
Ayer se inauguró oficialmente el SFCE con la glamurosa presencia de actores famosos.


Christopher Lee


Ben Kingsley


Colin Farrell


Paz Vega
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También acudieron personalidades políticas, como Ignasi Guardans (en la imagen) y, por supuesto, el alcalde sevillano, que se empeñó en aparecer en todas las fotos y recibió uno por uno a los invitados importantes, despojando a la inauguración del sentido artístico que debería tener y ensuciándolo con la baba política.
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Nikolina Iancheva y Sergi López
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Nicholas Roeg, Carlos Saura y Jeremy Thomas
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Sin embargo, lo importante, es decir, el cine, ya se desarrollaba desde las cuatro de la tarde en los cines Nervión. Antes y después de la fastuosa ceremonia pudimos ver algunas películas.
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Empezamos con Eastern plays, una curiosidad búlgara sobre cabezas rapadas y drogadictos en recuperación cuyo interés radica en alguna imagen interesante y la sensación de que Bulgaria no es el mejor sitio para hacer turismo.
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Shifty y Der Vaterspiel (Kill daddy good night) se dejaron ver pero son claros ejemplos del cine europeo contemporáneo, es decir, ejemplo de película anodina. Más interés despertó, aunque tampoco mucho, el documental Plastic planet, primo hermano de piezas como Roger y yo, de Michael Moore, y cuyo empeño es denunciar el uso masivo del plástico y del peligro que eso supone, para horror hipocondríaco de algunos... ya no saben cómo meternos miedo.