martes, 23 de marzo de 2010

Los hombres que miraban fijamente a las cabras, de Grant Heslov


Circunloquio estructural y tediosa comedia que insinúa por medio de flash backs una historia más interesante que la principal. Para rematar el cuadro, concluye con un repugnante sermón, no por el sermón en sí, sino por caer en un error propio de los cines europeo y sudamericano al tratar al espectador como a un niño susceptible de adiestramiento moral o emocional, y eso, señores guionistas y directores, no nos gusta a los niños... entre otras cosas porque no somos gilipollas (en general).

lunes, 22 de marzo de 2010

Daybreakers, de Michael y Peter Spierig


Con la evidente ambición de crear una serie, guiños al cine de terror de serie B y la presencia despampanante (para algunas) de Ethan Hawke, más la solemnidad de Defoe o Neill, los germanos Spierig han construido una curiosa visión del mito vampírico atravesada por el recurrente tema del fin del mundo con trazos de ciencia ficción. La escena primera, el suicidio de una adolescente, estimula la esperanza de una interesante historia, y aunque no se alcanza el entusiasmo prometido, entre otras cosas por la incontrolable tendencia de los directores a la truculencia, queda al menos un entretenido pasatiempo con algunos momentos sabrosos.

domingo, 21 de marzo de 2010

Shutter island, de Martin Scorsese


En El sexto sentido hay una escena -debe ser la centésima vez que hago referencia a ella- en la que Bruce Willis habla con la madre del niño; pero no están hablando, parece que lo hacen, y esta es la gran diferencia. Con apenas un plano Shyamalan alcanza la ambigüedad que Scorsese es incapaz de conseguir en su confusa película. La historia transcurre en la mente de DiCaprio sin que el espectador, estafado y enredado por las maniobras de diversión del guionista y la fantasía estéril del equipo de efectos especiales, tenga oportunidad de salir del cine con la agradable sensación de haber sido ingeniosamente manipulado, pues no existe rastro de honestidad en el planteamiento de un guión afecto al tramposo andamiaje de Los otros.

sábado, 20 de marzo de 2010

El hombre lobo, de Joe Johnston


Innumerables son las versiones de este clásico del terror de serie B, y la de Johnston no será una de las que destaque; en verdad, como dice mi dueña, es más de lo mismo. Añadiré que lo más interesante de la película sucede durante la escena que ilustra la imagen, cuando el hombre descubre el animal que lleva dentro, que diría Battiato.

viernes, 19 de marzo de 2010

Percy Jackson y el ladrón del rayo, de Chris Columbus


Absurda, tediosa y ridícula a veces; eso es esta bobada nauseabunda que mezcla con la alegría inconsciente de los paletos la mitología griega (qué desperdicio de materia narrativa) con Las Vegas -el nirvana de los estadounidenses-. Si algún beneficio ha venido de la saga Harrypotteriana una miríada de perjuicios le acompaña centuplicando su número, y esta hamburguesa para chanchos es uno de ellos.

jueves, 18 de marzo de 2010

los estrenos de la semana

Acantilado rojo
Brothers (Hermanos)
El libro de Eli
El mal ajeno
Los niños de Timpelbach
Tensión sexual no resuelta
Toy story 2 en 3D
Garbo: el espía

Abundancia de estrenos para ir despidiéndose de un aciago invierno cinematográfico. En cuanto a la curiosidad de hoy, publicamos esta llamativa tabla periódica del cine y la televisión de ciencia ficción que ha confeccionado algún friki con mucho tiempo para aburrirse.

martes, 16 de marzo de 2010

The road, de John Hillcoat


Nueva, pero no original, visión del fin del mundo, sin duda expresión de un presentimiento común y global. En esta ocasión, amparada bajo una fotografía poderosa y atravesada por un halo superficial de nihilismo que suena a convención estética más que a reflexión filosófica, la historia tropieza con unos molestos flash backs que lastran una narración detenida en los pequeños detalles e, inopinadamente, en el desarrollo de los personajes.

La cinta blanca, de Michael Haneke


Se observan dos faltas en esta historia interminable; el primero, que lo mismo podría extenderse en la narración hasta la llegada al pueblo de un cargamento de ciborgs, de tan arbitraria que me parece la estructura, y el segundo, más grave, que el punto de vista se establece inicalmente en un narrador, el maestro del pueblo, quien nos cuenta sus recuerdos, pero Haneke se traiciona a sí mismo (y de paso nos engaña) y acaba multiplicando los puntos de vista. Así, en medio del sopor nos agrada la escena en la que el maestro le pide a la criada que le lleva un pez a su padre o cuando el niño de la imagen habla con su padre sobre el cuidado del pájaro. En cuanto al argumento esencial de los orígenes del nazismo está claro que, si se nos antoja, la película puede tratar de los antecedentes del nacimiento de Beckenbauer.

domingo, 14 de marzo de 2010

Historias de San Valentín, de Garry Marshall


Con la esperanza de encontrar en algún momento ese "lobo disfrazado de oveja" que, subvirtiendo los esquemas tradicionales, destape las vergüenzas de un cine empotrado en las convenciones más rancias de la industria audiovisual, entré en la sala. Mi decepción tomó forma casi inmediatamente, y aunque hubo dos o tres momentos de cierta brillantez cómica -lo mejor; la escena con Larry Miller-, no le vimos las orejas al bicho, desgraciadamente.

sábado, 13 de marzo de 2010

viernes, 12 de marzo de 2010

Un hombre soltero, de Tom Ford


Tom Ford dio alguna puntada en el departamento de vestuario de Quantum of solace. Debió gustarle el asunto y decidió convertirse en director de cine, y para demostrar su recién descubierto talento colgó el ganchillo y se ha marcado una película de bonitos primeros planos, niños guapos (y pijos) y un sesudo estudio del color en relación al estado de ánimo del personaje principal, una cosa que le ha quedado muy cuchi. A esta película poco hay que reprocharle en el aspecto formal aparte de la patada en la boca (de la estructura) que es el embutido de la escena con el modelito español (acaso un capricho lujurioso del director) y cierto tufo almodovariano, a lo que añadiría, si se me permite ser frívolo, que estaría muy bien que alguna vez hicieran una película sobre un homosexual que no sea ni culto, ni sibarita, ni bien vestido, ni tan pejiguera como el Colin Firth (actor impecable, por otra parte), alguien que interpretase, un poner, un buen Steve Buscemi o un Danny Devito. Por lo demás, bored bored bored single man.

los estrenos de la semana

El concierto
Flor del desierto
Green zone: distrito protegido
Medidas extraordinarias
Pájaros de papel

Después de los Oscar me parece oportuno publicar esta ingeniosa variante de videojuego de los 80 a propósito de la película de Cameron.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Precious, de Lee Daniels


Pieza adscrita al cine social, con guarnición de florituras de montaje y ensoñaciones muy al estilo barroco de Spike Lee, resulta ser un producto de estructura tediosa y patético en su ambición compasiva, propia de aquellos cineastas empeñados en autocoronarse salvadores de los humildes; léase Loach o León de Aranoa.