domingo, 6 de junio de 2010

Canino, de Giorgios Lanthimos


Con un par de toques truculentos, una planificación austera y un guión del que sus autores no han sabido extraer toda la fuerza metafórica de su argumento esta película es no obstante una de las piezas más interesantes de la temporada, mérito nada complicado ante un panorama de auténtica ruina creativa. Acaso habría que reprocharle cierta alevosía en el tratamiento de los personajes de los hijos, simples marionetas (en manos de los guionistas), pero al menos deja brillantes ideas como la perversión del lenguaje o los aviones que caen en el jardín.

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