sábado, 31 de diciembre de 2011

El mundo contra George Lucas, de Alexandre O. Philippe


Curioso, interesante y bienhumorado documental que explica e ilustra la corriente de animadversión concentrada en el creador (con la improbable "ayuda" o "influencia" de Kurosawa y Jack Williamson) de La guerra de las galaxias. La manufacturación (hay que hablar en términos puramente industriales) de una supuesta trilogía precedente a la saga espacial más grande jamás contada (en una galaxia muy lejana) y la "manipulación y actualización" del trío clásico sumió al innumerable ejército de fanáticos de Han Solo y compañía en la decepción primero y el rechazo después. El documental da cauce a la expresión de tan devastadora sensación y ahonda en las causas que llevaron al autor de la misteriosa THX 1138 a convertirse en el mejor representante de aquello contra lo que, tal como se denuncia en la película, batalló al principio de su carrera. Imprescindible para seguidores acérrimos de la poderosa trilogía.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Misión imposible: protocolo fantasma, de Brad Bird


Siempre he dicho que Tom Cruise es el que mejor corre... en las películas. Y esta es una tontería de extraño entretenimiento, de esos que produce incluso aburrimiento.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Bobby Fischer contra el mundo, de Liz Garbus


Interesante documental sobre la vida del peculiar jugador de ajedrez que, tras ganar el Campeonato del Mundo a Spassky, desapareció entre las sombras.

martes, 27 de diciembre de 2011

Maktub, de Paco Arango


Asumiendo las convenciones del cine estadounidense más casposo un señor de la tele autoinvestido de autoridad artística nos abofetea la cara y el hígado con este monumento a la estupidez cinematográfica. La precipitación del guión -para qué hablar de su calidad narrativa-, la previsibilidad de la historia, la flatulenta interpretación, la puesta en escena "a lo Telecinco" y muchos detalles más son las insolentes vergüenzas de un producto ínfimo.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Rare exports; un cuento gamberro de Navidad, de Jalmari Helander


El "metatítulo" añadido en la exhibición española no le hace ningún favor pues aunque parece clasificarla como comedia no lo es en absoluto, pero al mismo tiempo define las hechuras de esta historieta finlandesa entre La cosa y cualquier barrabasada hollywoodiense acorde a esta deprimente semana.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Inmortales, de Tarsem Singh


De ínfimo valor cinematográfico, nulo interés narrativo y ligero entretenimiento se puede calificar esta pieza próxima a los presupuestos estéticos de un anuncio de aftershave. Y es que su autor está apenas dotado para la narración pero es ambicioso en sus configuraciones escenográficas, más acordes a los espacios operísticos. Dedíquese pues a la carpintería el muchacho.

sábado, 24 de diciembre de 2011

No tengas miedo a la oscuridad, de Troy Nixey


Entre la perversión de la figura del Ratoncito Pérez y la gamberrada de los gremlins, Del Toro nos endiña una historieta de impecable ensamblaje con alguna que otra trampa y toneladas de mediocridad. Lástima que la niña salga viva.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Acero puro, de Shawn Levy


Entre las ocurrencias del desahogado Spielberg llega una película de robots boxeadores basada en un relato del mismo autor de Soy leyenda. Teniendo en cuenta estas premisas, y que le han pedido "prestado" a Silvester Stallone medio argumento, lo único reprochable es la construcción de los personajes metálicos, cuyo comportamiento antropomórfico resulta inverosímil. Por lo demás, a los dobladores, esos mendrugos, habría que darles con la mano abierta en la cara dura que tienen por cobrar en oro un trabajo de mierda (de toda la vida se ha dicho "asalto" y no round, mongolos).

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El futuro, de Miranda July


Recursos interesantes y un guión que tiende a ser centrífugo son los elementos más estimulantes de una pieza que sin embargo diluye la intención metafórica en la inadecuada longitud de un largometraje para tan escaso material narrativo.

martes, 20 de diciembre de 2011

Jane Eyre, de Cary Joji Fukunaga


Melodrama de impecable adscripción a las convenciones del género que resulta algo tedioso pero que cuenta con una notable interpretación de la Wasikowska.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El gato con botas, de Chris Miller


Tibia historieta de manufactura aceptable que cumple el exclusivo propósito de que los "mejicanos" de Hollywood se lo pasen bien, tanto protagonistas, Banderas y Hayek, como el público al que va dirigido.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Perros de paja, de Rod Lurie


Inverosímil por momentos, superficial y puramente industrial, esta tediosa pieza nos obliga a plantearnos el concepto "remake" en términos morales como en los tiempos de la Nouvelle vague se permitían, y era casi obligatorio, poner en cuestión recursos de planificación como el travelling.


Sam Peckinpah coescribió y dirigió en 1971 la primera versión de Perros de paja, una película tediosa y sin sustancia narrativa.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Un método peligroso, de David Cronenberg


Pieza que ilustra, con una puesta en escena perezosa y un guión mediocre, la relación entre Freud y Jung con la Knightley por medio, a la que, por cierto, Cronenberg parece empeñado en arruinarle la carrera con este papel. El aspecto obsoleto de las teorías de don Sigmund contagia la realización de una película igualmente rancia.

jueves, 15 de diciembre de 2011

El extraño caso de Angélica, de Manoel de Oliveira


Si de las películas de Rohmer se decía aquello de que podías escuchar cómo crece la hierba mientras las veías, qué diré del centenario Oliveira que pueda superar dicha frase. El problema, más que la lentitud, confundida con la ausencia de relato, es la dilatación del cuento por medio de bifurcaciones y derivaciones incoherentes, pues, en verdad, la historia nuclear es acaso simpática y hasta interesante, de agradable fotografía y puesta en escena, pero embutida en un tedioso cajón de dimensiones exageradas.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Asesinos de élite, de Gary McKendry


A medio camino del thriller político o la película de acción, la pieza se queda en un terreno intermedio de tibieza narrativa que resulta en tedio e indiferencia.

martes, 13 de diciembre de 2011

Un dios salvaje, de Roman Polanski


Según el mediocre y pedestre texto de la sobrevalorada Reza Polanski compone una obra de teatro filmado de regular puesta en escena que, gracias a su breve duración, deja la sensación de entretenimiento.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Fuga de cerebros 2, de Carlos Therón


Comedia empeñada en ir contra sí misma atiborrando la estructura de escenas inconvenientes al tono deseado y en la que apenas destaca la interpretación de Alberto Amarilla.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Attack the block, de Joe Cornish


Como un ejemplo más de la animada creación audiovisual inglesa (verbigracia Misfits) llega esta variante sobre el tema de la invasión extraterrestre a rebufo de la actualización argumental de Distrito 9 y adyacentes. De simplísima estructura y bajo los presupuestos narrativos del cine de acción más convencional resulta ser un entretenimiento simpático.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Amanecer, parte I, de Bill Condon


Inopinadamete entretenida durante la primera mitad es justo cuando el argumento (el abrupto embarazo de Bella) dicta el rumbo y la historia enfila las convencionales y hasta ridículas formas (valga de ejemplo la hilarante escena de los lobos parlanchines) de la saga cuando el tedio se adueña del espectador.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La cosa, de Matthijs van Heijningen


Intranscendente pieza que tiene como dudoso mérito el servir de precuela a la versión de 1982. Para contar lo mismo no hacían falta estas alforjas.


En 1951 Christian Nyby rodaba El enigma de otro mundo, según un relato del editor del Asimov primerizo, John Wood Campbell Jr. Más cerca de las películas de terror del monstruo de Frankenstein, del cual "la cosa" es una simple variación de origen cósmico, se encuadra en el género de la ciencia ficción más pedestre o naíf, y claramente vale como pieza metafórica que expresa la tensión de la época de la "guerra fría", donde cualquiera con maneras sospechosas podría considerarse un comunista, es decir, antiamericano, de ahí el mensaje que lanza al final de la película el periodista: "vigilen los cielos". Es interesante observar en ella, a pesar de todo, elementos que pueden encontrarse en películas posteriores, por ejemplo, en Alien.


En 1982 aparecía La cosa, de John Carpenter. Lo más interesante es la introducción en el guión de la capacidad de la criatura, en este caso ciertamente una cosa monstruosa, para transformarse en una réplica exacta de cualquier ser vivo, lo que genera una tensión sicológica entre los personajes que, aunque no está desarrollada, alimenta el hálito de la historia. El segundo aspecto a destacar es el final, cuando los dos supervivientes esperan la llegada de la muerte, ya sea por la aparición del bicho, que probablemente alberga alguno de ellos, o por congelación, dejando un final abierto muy adecuado al tono del género.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La conspiración, de Robert Redford


La monótona estructura de esta tediosa y tibia pieza, como La gran aventura de Winter el delfin, no deja lugar a dudas de la factura industrial de la misma, y por tanto, de su ínfimo interés cinematográfico e histórico.

martes, 6 de diciembre de 2011

La gran aventura de Winter el delfín, de Charles Martin Smith


Lacrimógena, previsible, convencional y típicamente manufacturada sobre la plantilla habitual (uno casi disfruta identificando los pasos de la estructura) el guión desprecia la idea paralela de la mutilación del soldado y el delfín, pero deja al menos una graciosa réplica de Freeman. En fin, no todo el cinematógrafo es Tarkovski.

lunes, 5 de diciembre de 2011

In time, de Andrew Niccol


Más allá de la aparatosa ejecución de una idea curiosa nos queda una tediosa a más no poder película de ladrones de bancos trufada de hilarantes fullerías y una puesta en escena de patio de colegio.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Premonición, de Gilles Bourdos


Insípida producción sobre cuestiones sobrenaturales barnizada con un tratamiento visual propio de los anuncios televisivos de estas fechas.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Todo un hombre, de Matthias Schweighöfer


Con esta película conocemos dos cosas: que el cine rancio y chapucero es una plaga universal de la que ni siquiera los otrora rigurosos alemanes se libran y que para ganarse el favor de las majors hay que suscribir, con guantes de goma y tapándose la nariz, los parámetros y convenciones del cine comercial estadounidense a pies juntillas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El gato desaparece, de Carlos Sorín


De indecente, o como mínimo vergonzosa, podríamos calificar esta tediosa pieza que, una vez más, registra la más insustancial de las cotidianeidades y exuda con impudicia ausencia mortal de ideas narrativas o argumentales, para rematar con una, no ya inverosímil, sino hilarante e ininteligible escena que no hace sino señalar la poca vergüenza de un "auteur" ínfimo.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Anonymous, de Roland Emmerich


Pieza algo confusa y finalmente tediosa que vibra exclusivamente cuando Shakespeare, su teatro, entra en escena (nunca mejor dicho). En cuanto a la hipótesis propuesta, el guionista se las ingenia con solvencia para adecuar los hechos históricos a la verosimilitud de la misma. Lo importante, no obstante, es el trabajo del bardo, fuese un aristócrata o el fanfarrón que nos dibuja la película.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un golpe de altura, de Brett Ratner


Comedia sobre robos y actitudes justicieras de impecable tibieza.

Apenas monográficos casi monotemáticos


Nada más lejos de mi interés cinematográfico, y sobre todo, de mi salud nerviosa, que el cine de terror, pero es hora de enfrentarse a los propios fantasmas.
La imagen superior corresponde a Encuentros de ultratumba, de los hermanos Vicious, en verdad aterradora. Siguiendo el sendero que abriera El proyecto de la bruja de Blair, aquí volvemos a la planificación "casual" de la cámara en mano y la tensión que produce la iluminación de las linternas en los espacios vacíos en los que, cuando menos te lo esperas, aparece el fantasma. Más allá de los efectos especiales habituales en el género, puede resultar interesante la intención de convertir la narración en un descenso personal a los rincones más oscuros de la psicología humana.


No podía faltar el segundo capítulo de lo que aparenta ser una saga vomitiva -ya está en preproducción la tercera parte-. El ciempiés humano II, de Tom Mix, deja de ser la curiosidad que fue la primera entrega y resulta ciertamente peor, en todos los aspectos, pues acaso sea apenas materia regurgitada y vuelta a masticar, aunque más truculenta.


Mørke sjeler, de Cesar Ducasse y Mathieu Peteul, da una vuelta de tuerca más al tema inagotable de los zombis. Por momentos hilarante -no hay más que ver la escena de la "pelea con las taladradoras"-, reúne todos los elementos, tanto positivos como negativos -más de estos últimos-, del cine amateur.


Para el final he dejado la más interesante desde el punto de vista cinematográfico: La mujer, de Lucky McKee, la historia de una mujer asilvestrada que cae en manos de una familia con graves particularidades. Acaso el uso convencional de la música y la sensación de cierta inverosimilitud en la reacción puntual de los personajes sean los mayores defectos de una pieza que, aunque no suscribe las cláusulas del género de terror, se mantiene dentro de un inquietante tono de tensión culminado con un brillante golpe de guión y de la que podríamos inferir un evidente sentido metafórico sobre cierta idea del feminismo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Siempre el mismo día, de Lone Scherfig


Lamentable pastelito de previsible estructura de plomo, a modo de mapa de carreteras, flashbacks y diálogos del Carrefour.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Habemus papam, de Nanni Moretti


Nueva muestra de la sequía de ideas entre la "intelectualidad" europea. Moretti firma un artículo político en formato audiovisual, de ahí la levedad argumental, la fláccida puesta en escena y la estructura anecdótica.

jueves, 24 de noviembre de 2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio, de Steven Spielberg


Se juntan un estadounidense y un neozelandés para hacer de un personaje belga un saltimbanqui anglosajón que se pasa toda la película como un monigote de videojuegos, en tediosa sucesión de escenas, a cada cual más inverosímil. Tras expoliar tres o cuatro tebeos de la colección del personaje de Herge y mezclarlos con la ignorante alegría propia de estos paletos deportados, el resultado de tan variada digestión es una ridícula hamburguesa cuya guarnición, en forma de rentable segunda parte, llegará con las próximas vacaciones para que la infancia del orbe todo arrastre a sus respectivos progenitores a colaborar en la sanidad financiera del señor Spielberg y el señor Jackson.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Detrás de las paredes, de Jim Sheridan


Un par de groserías en la planificación y dos o tres "licencias" del guionista aparte el principal problema de la película está, como en muchas otras del género, en la coherencia interna. Aquí rechina la relación entre el protagonista y los fantasmas, lo que conocen estos y cómo lo comunican, pues, tratándose de una historia con un punto de vista subjetivo, resulta difícil no hacerse preguntas sobre estas cuestiones que quedan sin respuesta.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El arte de pasar de todo, de Gavin Wiesen


Partiendo de la idea expresada en el título, poco a poco la historia se desprende de la inicial voluntad aventurera y se hace convencional, resultando en una previsible comedia romántica con agradable banda sonora.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Verbo, de Eduardo Chapero-Jackson


Por un lado están los clichés del "género", la inevitable, al parecer, costumbre de reproducir expresiones propias de películas estadounidenses, la pobre construcción de los personajes, la triste puesta en escena y el tono solemne por momentos ridículo, algún que otro exabrupto y una historia casi insustancial, y por otro lado está la meritoria voluntad de hacer una película fantástica en España. Sin embargo, en el fondo, la película adolece de una tara inherente al cine patrio; la incapacidad de escribir un guión que recoja precisamente el desarrollo de una idea. Tal defecto lleva, en este caso, a entender no sólo con dificultad lo que ocurre y por qué, sino a encontrarnos con muros de inverosimilitud imposible de franquear, ajenos a los recursos que el guionista, propietario de una visión clara y total de la historia, reserva en su cabeza pero que ha sido incapaz, por una u otra razón, de la incompetencia a un hondo e hilarante ego de auteur, de plasmar en el papel y finalmente en la película.