martes, 8 de marzo de 2011

Mañana, cuando la guerra empiece, de Stuart Beattie


Amanecer rojo, si la memoria no me deja por mentiroso, especulaba con la invasión de los Estados Unidos por parte de los soviéticos. Es la referencia más clara de esta película en la que Australia sufre la ocupación de una alianza de naciones periféricas por motivos económicos. Descartado el trasfondo "sociológico" del argumento, queda una historieta imperfecta con evidente inclinación al exhibicionismo del departamento de efectos visuales y la insinuación de prolongar la broma con una segunda parte. Lo más interesante, no obstante, es el hecho de que una nueva película australiana, y además de estas hechuras, alcance nuestra cartelera. Sin duda se debe a un contexto propicio estimulado por piezas en las que la energía creativa y la originalidad se apoyan en un productor que asume riesgos, algo que en España no parece habitual.

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