sábado, 30 de abril de 2011

The company men, de John Wells


El último plano, una panorámica sobre los astilleros ruinosos y un remolcador tirando de un enorme buque de carga -apropiada metáfora- establece el tema de la película. Con hechuras de serie de televisión de esa que encandila a los críticos pero aburre a las masas (Mad men, entre otras), impecable en la estructura, fina en los diálogos, exacta en la presentación de los personajes y aseada en los aspectos puramente técnicos, esta optimista exploración, con cierta superficialidad hollywoodiense -happy end incluido-, de los efectos y causas de la crisis de nuestros tiempos se deja ver con agrado.

martes, 26 de abril de 2011

Sin límites, de Neil Burger


Partiendo de una idea interesante y novedosa -si fingimos desconocer el relato de Daniel Keyes, Flores para Algernon o la película subsiguiente, Charly-, la historia pronto se desperdicia en un tedioso embrollo cuyo desarrollo, a veces inverosímil y otras tramposo, se deja llevar por la corriente convencional y cómoda, para el perezoso guionista, del cine de género de suspense. Hay que añadir el pedante esfuerzo del director por incluir chispeantes efectos visuales que, como ocurre con los zoom y florituras propias de la época en la película de Ralph Nelson (1968), nacen ya ancianos y proclives a la obsolescencia. Un doblaje que apesta a perros muertos contribuye a la tortura.

domingo, 24 de abril de 2011

La vida de los peces, de Matías Bize


Como los peces en una pecera, los personajes de la película se golpean una y otra vez con la pared de tiempos mejores y ocasiones malogradas. Y como los peces en una pecera, poco más que un momentáneo y volátil interés genera esta historia tediosa y de inverosímil intensidad.

sábado, 23 de abril de 2011

El amor y otras cosas imposibles, de Don Roos


Película con tema dramático pero sin excesos emotivos, lo cual es de agradecer. Tibia y convencional, con algún detalle simpático, se deja ver sin sufrir sonrojo, decepción o tedio.

viernes, 22 de abril de 2011

Sin compromiso, de Ivan Reitman


Interesante e inaudita comedia (según los parámetros estéticos -y morales- de Hollywood) hasta que sucumbe a la corrección política y argumental y acaba firmando el estereotípico final de las películas del género, acaso más por querencia a las convenciones que por respeto al personaje de Natalie Portman por parte de, irónicamente, la guionista.

jueves, 21 de abril de 2011

Country strong, de Shana Feste


Esta es una tontería hecha con la pezuña llena de estupideces pueriles y cagarrutas de eso que los yanquis llaman música.

martes, 19 de abril de 2011

Invasión a la Tierra, de Jonathan Liebesman


¿No es extraña la expresión "invasión a la Tierra"? Acaso lo correcto sería "La invasión de la Tierra". Vano intento el de rectificar la inexorable degradación del idioma. En cualquier caso estamos ante uno de esas hamburguesas de ínfima producción. No hay más que prestar atención a los impostores del doblaje; todos de segunda fila y tono televisivo. Todo explicadito, al modo de retransmisión deportiva actual, donde el locutor, entre el histerismo, el fanatismo y el patetismo, describe lo que hace el jugador... qué tiempos aquellos de José Ángel de la Casa, quien tenía la elegancia, buen gusto y coherencia profesional de mencionar exclusivamente al jugador que llevaba la pelota... lo mismo merecemos que se nos cepillen los marcianos, puaj.

sábado, 16 de abril de 2011

El último verano, de Jacques Rivette

Ajena a los convencionalismos narrativos, como todo buen producto de la "nueva ola", esta pieza juguetona e irregular resulta tediosa salvo por esos breves y curiosos momentos en que Rivette se inventa alguna floritura que, por otra parte, no salvan el conjunto.

jueves, 14 de abril de 2011

Potiche, mujeres al poder, de François Ozon


Lo que se presenta como una de esas vergonzosas estupideces que excreta el cine francés de vez en cuando termina convirtiéndose en una indagación, por desgracia sin energía, hondura o interés, en el ascenso político de una "mujer florero". Ozon se divierte más en la ambientación de una época que en la creación de personajes o en la construcción de una historia, resignando el resultado a una tediosa y por momentos empalagosa comedia ridícula.

lunes, 11 de abril de 2011

Happythankyoumoreplease, de Josh Radnor

Radnor, personaje en una de las muchas secuelas no oficiales de Friends, en este caso Cómo conocí a vuestra madre, arma una comedia de aspecto independiente y hechuras televisivas con múltiples puntos de vista, alguna inverosimilitud y moraleja, que, impecable en la forma, no se aleja del amparo narrativo que procuran las convenciones de la serie que protagoniza.

domingo, 10 de abril de 2011

Gnomeo y Julieta, de Kelly Asbury

Ridícula y plúmbea copia de Toy story que demuestra que de la obra de Shakespeare se puede hacer, también, una versión nauseabunda.

martes, 5 de abril de 2011

cara B


Humpday
Es esta una película sencilla, sin valores cinematográficos destacados, pero merece aparecer en la sección de cara B por dos cuestiones: la producción y el argumento. En cuanto a la producción, se demuestra lo fácil que es hacer cine; dos o tres personajes, dos o tres localizaciones y poco más. En cuanto al argumento, la directora, Lynn Shelton, indaga en los recovecos oscuros de la masculinidad con una historia de reencuentro entre dos viejos amigos y una noche de borrachera en la que, como suele suceder, se establece un desafío.


Cómo terminé el verano
Bien distinta es esta película de Aleksei Popogrebsky. Sólo hay dos personajes y una localización, pero se requiere un esfuerzo de producción por el desplazamiento y mantenimiento del equipo de rodaje en las desoladas, poderosas y majestuosas latitudes árticas donde se desarrolla una historia de ritmo elegante y prodigiosa fotografía.

En cualquier caso, ambas me sirven para reflexionar acerca del cine tal y como lo conocemos. Por un lado, el viernes se estrenó en Sevilla, con una semana de retraso respecto a Madrid, el documental Inside job. Lo curioso es que Canal Sur ha dedicado un extenso reportaje a la película en los informativos del domingo. Unión Cine Ciudad, la exhibidora, declara no saber nada de este repentino interés. Por el reportaje en sí, confeccionado con los comentarios de los espectadores, se infiere que acaso se haya hecho una especie de "excursión" al cine, el Avenida concretamente, de un grupo de gente preseleccionada, con lo que se podría especular con una maniobra política. Por otro lado están esas películas que vamos incluyendo en la sección de cara B y que, es fácil imaginar, sólo pueden encontrarse en la red.


Imagen de Kaboom, de Gregg Araki
En resumen, cada vez se me hace más claro cuán estrecho es el panorama cinematográfico establecido según las grandes productoras estadounidenses y una "línea editorial" de convenciones estéticas, morales y económicas convergente con la "ideología política oficial". Más allá de esos límites encontramos gente haciendo cine con generosidad y sin prejuicios, y gracias a internet, es posible acceder a este catálogo "clandestino".

lunes, 4 de abril de 2011

Inside job, de Charles Ferguson

Una vez desaparecen las espectaculares imágenes de Islandia, y eso es al principio de la película, entramos en un farragoso reportaje sobre productos bancarios que, tedioso, por momentos sectario y a veces confuso, desenmascara a los supuestos "gestores" del desastre económico estadounidense.

domingo, 3 de abril de 2011

El mundo según Barney, de Richard J. Lewis


Observo como regla general que en cuanto aparece "la chica" la película se vuelve atractiva, si no lo era antes. Aquí se confirma la regla, y nada menos que en la boda del protagonista, un omnipresente Giamatti -quien goza de un exagerado prestigio-, pero no es factor suficiente para mantener el interés. Las idas y venidas de la estructura del guión por medio de flash backs (recurso vulgar) y ciertos subrayados, como el de la escena en la que se comprende qué le ocurrió al bohemio amigo de Giamatti, componen una historia más bien tediosa rematada con toques melodramáticos algo desgastados.

sábado, 2 de abril de 2011

Incendies, de Denis Villeneuve

Tedioso y por momentos confuso novelón decimonónico con toques de truculencia familiar (Abu Tarek es el padre de sus hermanos) que nada tiene que envidiar a los seriales colombianos y que adolece -entre otros- de un grave problema de verosimilitud en cuanto a la cronología interna. Por no mencionar que, oh, la casualidad, ramera favorita del guionista, haga encajar las piezas de esta inconmensurable estupidez.