domingo, 3 de abril de 2011

El mundo según Barney, de Richard J. Lewis


Observo como regla general que en cuanto aparece "la chica" la película se vuelve atractiva, si no lo era antes. Aquí se confirma la regla, y nada menos que en la boda del protagonista, un omnipresente Giamatti -quien goza de un exagerado prestigio-, pero no es factor suficiente para mantener el interés. Las idas y venidas de la estructura del guión por medio de flash backs (recurso vulgar) y ciertos subrayados, como el de la escena en la que se comprende qué le ocurrió al bohemio amigo de Giamatti, componen una historia más bien tediosa rematada con toques melodramáticos algo desgastados.

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