Interesante e inaudita comedia (según los parámetros estéticos -y morales- de Hollywood) hasta que sucumbe a la corrección política y argumental y acaba firmando el estereotípico final de las películas del género, acaso más por querencia a las convenciones que por respeto al personaje de Natalie Portman por parte de, irónicamente, la guionista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario