sábado, 30 de abril de 2011

The company men, de John Wells


El último plano, una panorámica sobre los astilleros ruinosos y un remolcador tirando de un enorme buque de carga -apropiada metáfora- establece el tema de la película. Con hechuras de serie de televisión de esa que encandila a los críticos pero aburre a las masas (Mad men, entre otras), impecable en la estructura, fina en los diálogos, exacta en la presentación de los personajes y aseada en los aspectos puramente técnicos, esta optimista exploración, con cierta superficialidad hollywoodiense -happy end incluido-, de los efectos y causas de la crisis de nuestros tiempos se deja ver con agrado.

3 comentarios:

  1. Inaudito, te me estás hablandando.

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  2. Tío... no puedo contigo... si fueras un osito de peluche dormiría abrazado a ti... hablandando... ¡eres el pinche amo!

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  3. es que todo el mundo sabe que ablandar debería ser con h, ya que la "h" hace a la palabra más esponjosa con lo que el significante se sincroniza con el significado... arriba ablandar con h!!!

    Fdo: El pinche amo.

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