miércoles, 29 de junio de 2011

Cara B

A esta sección con riesgo de perder su carácter "clandestino", pues alguna que otra vez he inlcuido películas que han terminado estrenándose en la cartelera sevillana, traigo una potente muestra de cine canadiense.
A modo de complemento y como en los extras de los dvd añado una sugerencia televisiva y, cual coche escoba, me hago tardío eco del estreno de una cinta española.


The Trotsky, de Jacob Tierney, es una deliciosa comedia sobre un adolescente que se cree la reencarnación de, nada menos, León Bronstein, alias Trotski. Jay Baruchel (en el centro de la imagen superior) compone un portentoso personaje en esta original historia cuya primera parte es brillante. Acaso habría que reprocharle cierta falta de generosidad con los personajes "malos", cercanos al cliché, y una inclinación hacia el convencionalismo más pedestre en la segunda mitad del relato, pero aún así procura momentos muy nutritivos.


De recreación documental podríamos tildar a esta producción claramente televisiva; 23-F, de Chema de la Peña. La preponderancia de la comunicación oral, la rugosidad de ciertas líneas de diálogos, la rigidez en la construcción de algunos personajes y otras taras propias del cine español, así como la apariencia ficticia de algunas escenas y cierta superficialidad en el tratamiento de los hechos históricos carcomen una estructura sin embargo ágil.


Y puesto que me he lanzado a hablar de series de televisión me atrevo a reseñar esta inclasificable comedia protagonizada por Elijah Wood: Wilfred. A los ojos de Wood, el perro de su vecina resulta ser un humano. Me ha parecido interesante en especial la expresión del punto de vista, pues considero que conlleva una serie de dificultades que afectan a la coherencia interna, la planificación y la propia estructura del guión, asuntos sobre los que podré pronunciarme una vez haya revisado algo más que el capítulo piloto.

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