sábado, 11 de junio de 2011

Hanna, de Joe Wright


A pesar de la música de los Chemical y del simpático planteamiento la historia pronto se degrada en una inverosímil y convencional película de persecuciones con dislates hilarantes como la escena del campamento de los gitanos, una auténtica patada en la boca con una bota de acero. Si el guionista pretendía además dotar de cierto lirismo, con un supuesto viaje iniciático del personaje principal, incluyendo referencias a los cuentos infantiles, diríase que el director se ha encargado de eliminar tales intenciones con ráfagas de videoclip y alguna que otra tediosa memez.

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