miércoles, 3 de agosto de 2011

El fin es mi principio, de Jo Baier


Entre el panfleto político y la filosofía más pedestre y pueril poca cosa queda cinematográficamente nutritiva salvo la escena que ilustra este texto, el momento en que el hijo del protagonista, un Bruno Ganz que parece abducido por el trabajo realizado para El hundimiento, pone en el cielo las cenizas del padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario