Haciendo el doloroso esfuerzo de abstraerse de las incoherencias internas y trucos inverosímiles propios del género, queda ante los ojos una historieta de videojuego, de muñequito recogiendo objetos y algún que otro "homenaje" a
La guerra de las galaxias o
ET, para concluir la saga con una escena hilarante, casi ridícula, en la que el mago gafotas dice por fin adiós. Pues vale.
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