martes, 25 de octubre de 2011

La voz dormida, de Benito Zambrano


Ante el revoltijo uno se pregunta qué pasa y de qué va la película. La puesta en escena, por momentos hilarante o chapucera, los diálogos "radiofónicos" (acaso deja de ser necesario mirar a la pantalla para saber qué ocurre) o rimbombantes, los personajes de caricatura y clichés varios conforman una historieta tipificada, sin sentido o dirección, cuya sustancia narrativa o siquiera cinematográfica ha sido sustituida por el sermón, el panfleto y la pose ideológicas para tedio y bostezo del espectador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario