miércoles, 30 de noviembre de 2011

Anonymous, de Roland Emmerich


Pieza algo confusa y finalmente tediosa que vibra exclusivamente cuando Shakespeare, su teatro, entra en escena (nunca mejor dicho). En cuanto a la hipótesis propuesta, el guionista se las ingenia con solvencia para adecuar los hechos históricos a la verosimilitud de la misma. Lo importante, no obstante, es el trabajo del bardo, fuese un aristócrata o el fanfarrón que nos dibuja la película.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un golpe de altura, de Brett Ratner


Comedia sobre robos y actitudes justicieras de impecable tibieza.

Apenas monográficos casi monotemáticos


Nada más lejos de mi interés cinematográfico, y sobre todo, de mi salud nerviosa, que el cine de terror, pero es hora de enfrentarse a los propios fantasmas.
La imagen superior corresponde a Encuentros de ultratumba, de los hermanos Vicious, en verdad aterradora. Siguiendo el sendero que abriera El proyecto de la bruja de Blair, aquí volvemos a la planificación "casual" de la cámara en mano y la tensión que produce la iluminación de las linternas en los espacios vacíos en los que, cuando menos te lo esperas, aparece el fantasma. Más allá de los efectos especiales habituales en el género, puede resultar interesante la intención de convertir la narración en un descenso personal a los rincones más oscuros de la psicología humana.


No podía faltar el segundo capítulo de lo que aparenta ser una saga vomitiva -ya está en preproducción la tercera parte-. El ciempiés humano II, de Tom Mix, deja de ser la curiosidad que fue la primera entrega y resulta ciertamente peor, en todos los aspectos, pues acaso sea apenas materia regurgitada y vuelta a masticar, aunque más truculenta.


Mørke sjeler, de Cesar Ducasse y Mathieu Peteul, da una vuelta de tuerca más al tema inagotable de los zombis. Por momentos hilarante -no hay más que ver la escena de la "pelea con las taladradoras"-, reúne todos los elementos, tanto positivos como negativos -más de estos últimos-, del cine amateur.


Para el final he dejado la más interesante desde el punto de vista cinematográfico: La mujer, de Lucky McKee, la historia de una mujer asilvestrada que cae en manos de una familia con graves particularidades. Acaso el uso convencional de la música y la sensación de cierta inverosimilitud en la reacción puntual de los personajes sean los mayores defectos de una pieza que, aunque no suscribe las cláusulas del género de terror, se mantiene dentro de un inquietante tono de tensión culminado con un brillante golpe de guión y de la que podríamos inferir un evidente sentido metafórico sobre cierta idea del feminismo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Siempre el mismo día, de Lone Scherfig


Lamentable pastelito de previsible estructura de plomo, a modo de mapa de carreteras, flashbacks y diálogos del Carrefour.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Habemus papam, de Nanni Moretti


Nueva muestra de la sequía de ideas entre la "intelectualidad" europea. Moretti firma un artículo político en formato audiovisual, de ahí la levedad argumental, la fláccida puesta en escena y la estructura anecdótica.

jueves, 24 de noviembre de 2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio, de Steven Spielberg


Se juntan un estadounidense y un neozelandés para hacer de un personaje belga un saltimbanqui anglosajón que se pasa toda la película como un monigote de videojuegos, en tediosa sucesión de escenas, a cada cual más inverosímil. Tras expoliar tres o cuatro tebeos de la colección del personaje de Herge y mezclarlos con la ignorante alegría propia de estos paletos deportados, el resultado de tan variada digestión es una ridícula hamburguesa cuya guarnición, en forma de rentable segunda parte, llegará con las próximas vacaciones para que la infancia del orbe todo arrastre a sus respectivos progenitores a colaborar en la sanidad financiera del señor Spielberg y el señor Jackson.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Detrás de las paredes, de Jim Sheridan


Un par de groserías en la planificación y dos o tres "licencias" del guionista aparte el principal problema de la película está, como en muchas otras del género, en la coherencia interna. Aquí rechina la relación entre el protagonista y los fantasmas, lo que conocen estos y cómo lo comunican, pues, tratándose de una historia con un punto de vista subjetivo, resulta difícil no hacerse preguntas sobre estas cuestiones que quedan sin respuesta.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El arte de pasar de todo, de Gavin Wiesen


Partiendo de la idea expresada en el título, poco a poco la historia se desprende de la inicial voluntad aventurera y se hace convencional, resultando en una previsible comedia romántica con agradable banda sonora.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Verbo, de Eduardo Chapero-Jackson


Por un lado están los clichés del "género", la inevitable, al parecer, costumbre de reproducir expresiones propias de películas estadounidenses, la pobre construcción de los personajes, la triste puesta en escena y el tono solemne por momentos ridículo, algún que otro exabrupto y una historia casi insustancial, y por otro lado está la meritoria voluntad de hacer una película fantástica en España. Sin embargo, en el fondo, la película adolece de una tara inherente al cine patrio; la incapacidad de escribir un guión que recoja precisamente el desarrollo de una idea. Tal defecto lleva, en este caso, a entender no sólo con dificultad lo que ocurre y por qué, sino a encontrarnos con muros de inverosimilitud imposible de franquear, ajenos a los recursos que el guionista, propietario de una visión clara y total de la historia, reserva en su cabeza pero que ha sido incapaz, por una u otra razón, de la incompetencia a un hondo e hilarante ego de auteur, de plasmar en el papel y finalmente en la película.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Dime con cuántos, de Mark Mylod


Divertimento para la pizpireta Faris en una previsible comedia de formato impecable, nadie mejor que los estadounidenses para construir estructuras cinematográficas, pero que pierde energía en la segunda parte.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Criadas y señoras, de Tate Taylor


Somnoliento pastelito propio de la empalagosa Disney que sin duda hará las delicias de un tal Eastwood en tanto los personajes son clichés andantes, la planificación es un ejemplo de flaccidez, la puesta en escena resulta patética y el guión tiene más trampas que el castillo de Frankenstein, por no mencionar la visión paternalista, cuando no directamente colonialista o racista, de un "cineasta" blanco sobre la raza negra.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Melancolía, de Lars von Trier


Ejercicio de futilidad estética y vacío narrativo, apenas el prólogo tiene interés (puramente fotográfico), siendo la primera parte no sólo confusa sino insignificante y la segunda la exposición superficial, al modo contemporáneo, de una potente idea pero huérfana de profundidad o capacidad expresiva en términos cinematográficos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Sevilla Festival de Cine Europeo

Giraldillo de oro
Siempre feliz, de Anne Sewitsky

Giraldillo de plata
Si no nosotros, quién, de Andrés Veiel

Premio especial del jurado
El molino y la cruz (El molino del tiempo), de Lech Majewski

Premio a la mejor dirección
Steve McQueen, por Vergüenza

Premio a la mejor actriz
Ex aequo a Nadehhda Markina por Elena y a Bien de Moor, por Código azul

Premio al mejor actor
Ex aequo a Michael Fassbender por Vergüenza y a August Diehl, por Si no nosotros, quién

Premio Selección EFA
El artista, Michel Hazanavicius
Mención especial a Lídice, de Petr Nikolaev

Premio Eurimages
Shun Li y el poeta, de Andrea Segre

Premio Eurodoc
La Roca, de Raúl Santos
Mención especial a Las constituyentes, de Oliva Acosta

Premio First film first
Luto, Morteza Farshbaf

Premio ASECAN (Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía)
El molino y la cruz (El molino del tiempo), de Lech Majewski
Mención especial a Mercado de futuros, de Mercedes Álvarez


© Antonio Acedo

jueves, 10 de noviembre de 2011

Sevilla Festival de Cine Europeo




La última jornada del festival empieza con una pieza a medio camino entre el cine experimental y el videoclip postmoderno. Finisterrae, de Sergio Caballero, es una simpática cinta llena de imágenes e ideas que se deja ver con interés y sentido del humor.


Piter FM, de Oksana Bychkova, es una comedia de guión hábil y tres o cuatro recursos curiosos a la que sin duda le sobra la parafernalia de videoclip o anuncio publicitario, excesos propios de las óperas primas.


Vacaciones en la playa, de Pascal Rabaté, recoge las dudosas dotes cómicas del estilo Tati para confeccionar una tediosa tontería. Al menos no hablan.


Finalmente, Miedo a caer, de Bartosz Konopka, una sobria historia de relaciones paternofiliales de estructura impecable y una portentosa interpretación de Krzysztof Stroinski en el papel del padre.

Sevilla Festival de Cine Europeo




Elena, de Andréi Zviaguintsev, es una interesante película que sin embargo peca de sobrepeso estructural y un pulimentado más fino en la construcción de los personajes. En su haber declara una planificación solvente y, sobre todo, una banda sonora de breves pero poderosas ráfagas de la musica de Philip Glass.


A Giorgios Lanthimos, autor de la curiosa y estimulante Canino, parece habérsele acabado el cuento con Alpes, una rebuscada y por momentos ridícula historia cuya estructura sucumbe ante la levedad del material narrativo para rebajarse al simple registro del tedium vitae aderezado con perversiones y desquicios varios.


Siempre feliz, de Anne Sewitsky, es una comedia convencional que, como tal, se permite varias licencias para resultar en una película desigual y aparatosamente tramposa.


El monje, de Dominik Moll, "apesta" a cine almodovariano, no sólo por contener en su equipo creativo al músico de cabecera del manchego sino por las florituras narrativas que se permite. La historia es interesante pero acusa cierto agotamiento hacia el final, adornado con alguna que otra torpeza.


Rúnar Rúnarsson compone una deprimente historia en Volcán, tediosa historia sobre un jubilado empeñado en ocuparse de su esposa afectada por un derrame cerebral en los asombrosos paisajes islandeses (poco fotografiados en la película, por desgracia).


Cierra la jornada Muerte en Pince-nez o nuestro Chejov, de Anna Tchernakova, un vodevil sin importancia cinematográfica.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Sevilla Festival de Cine Europeo




Con dos tercios de sus protagonistas "recién salidos" de la serie televisiva Urgencias y rodada en Canadá, me gustaría que alguien me explicase, como si yo tuviera cuatro años, por qué Oliver Sherman, de Ryan Redford, por otra parte impecable en sus aspectos técnicos y tibia en los artísticos, se encuadra en un festival dedicado al cine europeo.


Agotados los argumentos, constatada la incapacidad de los autores europeos de expresar alguna idea válida o nutritiva por medios audiovisuales y verificada la deriva superficial o directamente cochambrosa del intelecto de nuestros artistas no les queda otra que acudir a la truculencia y a la perversión como materia narrativa, y para muestra el botón de Urszula Antoniak, directora de Código azul. Si es correcto hablar de telebasura, ahí va mi aportación: cinebasura.


Algo arcaico en su estructura, desaliñado y finalmente menos profundo e instructivo de lo que anunció su autor, Igor Mayboroda, ante los espectadores, Rerberg y Tarkovski, el lado oscuro de Stalker, es un "respiro" de género documental que me he permitido en esta edición del festival.


La isla, de Kamen Kalev, cuenta en su reparto con Leticia Casta. Habría que añadir que, aún así, se trata de una simpática e indiferente historieta con misterio incluido.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sevilla Festival de Cine Europeo




La imagen pertenece a La memoria en la carne, de Dominique Maillet. Como en la viñeta humorística en la que una nube tormentosa persigue a un individuo, Maillet ha reproducido el chiste en una escena, no sólo ridícula, sino lamentable. Es esta película una chapuza insoportable de puesta en escena paupérrima, argumento ininteligible y borracha de todos los clichés posibles sobre la Guerra Civil y España.


Los espectadores de Pájaro azul, de Gust van den Berghe, nos hemos dejado los ojos en el intento de apreciar las formas proyectadas en la pantalla, no sólo por el filtro azul con el que se ha rodado la película, sino por la ínfima definición de imagen que provee la copia en dvd que nos ha tocado sufrir. En cuanto a la película en sí, se trata de una simpática y aburrida anécdota africana, de ahí la razón de su inclusión en una muestra cinematográfica europea, revestida de un barniz existencialista puramente estético.


Tirza, de Rudolf van den Berg, es un película perfectamente convencional que se localiza en los exóticos parajes de Namibia. Las dunas... preciosas.


Zar, de Pavel Lungin, es una película de género histórico que suscribe todos los parámetros de tales producciones.

Sevilla Festival de Cine Europeo




Corazón bumerán, de Nikolái Khomeriki, es una tediosa (y pretenciosa) sucesión de escenas, en una fotografía en blanco y negro muy moderna, repletas de lo que los científicos llaman "materia oscura", algo que todo parece indicar existe pero como que no.


De manual, más bien, plantilla hollywoodiense, con sus diálogos de Carrefour y todo, es Si no nosotros, quién, anodina y tediosa producción alemana sobre el contexto político que dio origen a la creación de la banda Baader-Meinhof.


Oslo, 31 de agosto, de Joachim Trier, ha supuesto un rayo de esperanza. Película sobria y adulta sobre la rehabilitación de un drogadicto, de puesta en escena austera y agradable planificación, resulta ser una notable historia (en comparación al género circundante).

sábado, 5 de noviembre de 2011

Sevilla Festival de Cine Europeo




Dentro de "psicodélica" selección, el Festival ha proyectado con su descaro típico una copia en dvd de esta producción del año 2008, Back in time, de Andréi Malyukov. Deudora de cintas como Regreso al futuro o, sobre todo, El final de la cuenta atrás (y si alguien conoce una película japonesa sobre una batalla entre samuráis medievales y el ejército nipón contemporáneo que lo indique, por favor), cuenta la simpática pero convencional y algo aparatosa historia de un cuarteto de rusos actuales que aparecen en plena Segunda Guerra Mundial.


De experimento de cine mudo puede calificarse El artista, de Michel Hazanavicius, simplona historieta que retoma el planteamiento de Cantando bajo la lluvia y hasta se permite hacer un "homenaje" a Ciudadano Kane, y que juega con habilidad y sentido del humor con el invento que transformó la industria cinematográfica.


Y sin que haya hecho remontar mi impresión del festival, hasta ahora, sí es cierto que Tilva Ros, de Nikola Lezaic, es una propuesta digna de mención. Aunque se encuadra dentro del subgénero de adolescentes, desde luego le da sopas con onda a la infame Todo el mundo se muere menos yo pues, partiendo de presupuestos estéticos y argumentales prácticamente idénticos, tanto su planificación como la puesta en escena y, sobre todo, algunos recursos estructurales, la sitúan por encima de la media, no mucho, pero por encima.