jueves, 2 de febrero de 2012
La dama de hierro, de Phyllida Lloyd
Más allá del exhaustivo trabajo de maquillaje el resto de los elementos de la película, incluida la interpretación de la Streep, se encuadran en un tono general de tibieza. Escenas en las que aflora el carácter político e histórico del personaje, como la de la comparación de Hawai con las Malvinas, son de las pocas que aprovechan la veta narrativa que contiene la singular vida de la Thatcher, mientras que la etapa de decrepitud es amplia y tediosamente abordada con ramalazos de sentimentalismo y superficialidad.
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