martes, 27 de marzo de 2012

Todos los días de mi vida, de Michael Sucsy


Comedia convencional en la que destaca el desarrollo natural de los personajes (chúpate esa, Clint) y una curiosa metáfora sociológica por la que la pérdida de memoria de la protagonista y su posterior comportamiento podría entenderse como el deseo del subconsciente colectivo estadounidense de volver a un estado previo del estado de las cosas al sentirse íntimamente arrepentido o decepcionado de haber votado a su primer presidente mulato.

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